“Sobre una torre había una mujer, de túnica blanca, peinándose la cabellera, que le llegaba a los pies. El peine desprendía sueños, con todos sus personajes: los sueños salían del pelo y se iban al aire”.
Galeano

Para: APATRIDA
La historia continua……
La palabra se convierte en mujer cuando te nombro,
Luego se dibuja amiga, si te pienso
En otras ocasiones viene hasta mí la madre,
la que me ha permitido perpetuarme a través de su vientre fértil,
con sonidos alegres, juguetones
a los que feliz convoco desde los diferentes espacios,
en que mi existencia camina
y puedo decir con mi boca llena de fuerza viva y vigorosa ¡¡¡ Pablo !!!
y enternecerme al querer arrullar, acunar y contar mis historias a Violeta,
parte de tu historia que también son mi historia,
que son tu fuerza y mi energía postrera.
Hoy te miro mujer, visualizo a Violeta me miro en sus espejos, mis ojos son reflejo del arquetipo del tiempo, el circulo estelar de matriz, te veo desde lejos, en Llau – llau en el espacio finito de mis encuentros y reencuentros con el hilo tejido y entretejido de la heredad femenina que reconstruye y reinventa los espacios de la memoria y te quiero así como has sido, como eres, te quiero Apatrida hasta el fin de mis tiempos.