Quién eres tú, que a mis pies te sumiste engalanada de suspicacias.
Empapada en impiedades, dignas de un rey otrora reinante.
Avasallando mis sentimientos plasmados en el libro de la vida.
Mientras a tu lado los fantasmas adquieren cuerpo casi etéreo.

Quien eres tú, acaso avizoras en mis ojos un destino incierto.
O es simplemente el enojo de ver como mi mundo no decae.
Más yo estoy hecho de fuerte madera de artesano hábil.
Y mi mundo, no es el tuyo, el mío es un mundo casi irreal.

Pero en el cual los sentimientos están dotados en escala musical.
Los cuales en sus notas están plasmadas todas las vivencias en energía.
Ellas lentamente, pero con gracia una escalera hacia el cielo construyeron.
Y allí son recibidas por el poder celestial de la gracia divina y sabiduría.

¿Ves tú? O acaso es mi imaginación y mi mente sabe de vivencias venideras.
Sé que eres mi vida, sé que quiero a mi lado por siempre tenerte, solo para mí.
¿Pero tú, sabrás conllevar mis extravagancias de un viejo y locuaz poeta olvidado?
Si tus sutilezas de mujer antojadiza, quieran destruir lo por mí construido.
Mi alma y entereza espiritual erigirán un gran muro difícil de soslayar.
Y si en él te atreves a entrar, tu vida y la mía por siempre encadenadas quedarán.

Ray