anecdotario
Dicen que con la adultez y la vejez uno se pone sabio.
Será eso o será que ve la vida de otro color, o con otro cristal, o que ha cambiado de anteojos.
Antes era miope totalmente y ahora ni presbicia tiene pero eso si, de lejos ya no ve, porque al haberse sometido al famoso excimer con láser hace ya 18 años, pues vuelve la miopía pero no a pasos agigantados, sino leve.
Eso si de cerca ve rebién, pero de lejos no tanto, así que si te mira de cerca, se saca los anteojos, y si mira de lejos con los anteojos puestos, ni te registra. Si, los registra pero desdibujados, todo un fangote mi queridos amigos.
Pues porque las asociaciones libres, ya lo dijo Don Freud, sirven para liberar al inconciente de sus ataduras atávicas, pues Tzipora sigue narrando la historia que le compete.
Y hablando de lo que le compete, no es de su competencia, pero igual le incumbe a ella, a su hijo Bernardo que va a ser padre, de una niña.
El hijo en el cual no depositaron ninguna promesa, ella y su ex marido los va a hacer abuelos. Y los chochos que estan, ya que al estar divorciados, como la ley dicta ya se hablan amorosamente y casi ya trabajan juntos, todo porque van a ser abuelos.
Y eso si que es una asociación libre.
Hija única de una familia de polacos. El milagrito la llamaban. Ella que fue sometida al unico mandamiento de casarse y traer najes (satisfacciones) para toda la familia, ( el duo de polacos) que era muy de proyectar en la hija las propias frustraciones.
Pues se caso y tuvo tres hermosos vástagos, para darle najes (satisfacciones) a toda la parentela.
Empezando por su abuela Celia, q.e.p.d. un ángel, ella, que la disculpaba ante su mama, y le decía que dormía en casa, solo por verla casada con el farmacéutico.
Y así fue.
Y su mama:dijo
- sobre mi cadáver te divorciarías.
Y así fue
En el 2004, partió su madre q.e.p.d., y Tzipora se divorcio en agosto del mismo año.
La historia se reaviva ahora con la nuera que tiene Tzipora:Licenciada en letras, casi, estudiante de psicología, abandonó la carrera al 4to año, profesora de Literatura y Lenguas y esta viviendo con Bernardo hijo, el menos promisorio pero con una nuera así, ya le damos todo el crédito, por su sabia eleccion.
Y su ex esta de novio con una mujer que lee mucho, y es alta hermosa, de ojos azules.
Y estas constelaciones que son la novia de su ex y su nuera, son cultas, divertidas, hablan mucho, cocinan rebién.
Son mujeres en toda la dimensión de la palabra.
Y Tzipora las quiere, a una por haber encontrado un significante en Bernardo hijo que adora. Y a la novia de su ex por haber encontrado o descubierto en el, algo para compartir con ella.
Tzipora ya lo había descubierto hace muchos años, y no encontro nada peculiar. Salvo sus desventajas que no seria grato enumerar ahora, y no vienen al caso.
Pero si luego de estar sabias interpretaciones Ud., mi amigo lector y cómplice entenderá que Tzipora , esta de vuelta de algunas noticias, y que todas las mujeres que están en el ensamblaje de la familia se parecen a ella.
Si, se le ha subido la autoestima, pues si, y era hora que eso ocurriese, ya que siempre se subestimó por todo.
Por ser pobre, por ser judía, por no ser profesional. Y ahora fíjese, estudia una carrera universitaria, que la llena de orgullo: Trabajo Social.
Y cuando en el año 1973, fue una trabajadora social a su casa y le facilito el viaje a Israel, para terminar con sus estudios de hebreo, todo porque su padre era un sobreviviente de la segunda guerra mundial, también, q.e.p.d., es que viajo a ese ancestral y milenario país, camino por la muralla de Jerusalém y fue al santo sepulcro, y floto en el Mar Muerto, y a los 18 años no quería regresar.
No porque no quisiera a sus padres polacos, sino, porque aprendió a volar, sola saliendo de la cajita de cristal, donde había sido anidada.
En Israel la padeció, con sus amigas, era una estampilla para todas. No tenia poder de decisión, no tenia voluntad, no tenia carácter. Lo único que la favorecía era su físico, alta, bien parecida,de ojos verdes, pero no azulados, sino cada uno a su lado, pero verdes.
Y miope, y tal era la vergüenza que tenia de serlo, que al ir al cine a ver una de Felini, las monjas iban en bicicleta, y al no ponerse los anteojos, y no podía ver nada de la película, y sonreía como una verdadera idiota, al circunstancial amigo que la había invitado al cine.
Allí todas las compañeras perdieron su virginidad, menos ella.
La mente abierta pero las piernas cerradas, y hacía falta regresar.
Y regreso para sacarse lo antes posible el himen que la separaba del resto de las mujeres.
Y enfrentar a sus padres, polacos los dos, cuyo único consuelo era haber tenido una hija rubia de ojos verdes.
Y ahora en la lejanía los comprende. Los adora. Los extraña.
Ah, en este nuevo entorno familiar, su nuera y la novia actual de su ex cocinan a la perfección.
Tzipora no cocina ni un huevo frito, y si lo hace es con agua en la sartén, debido a su pasado miserable.
Tampoco había televisor, ni computadora, ni Freud, con sus sabias palabras, acerca del inconciente… ni la pleyade de recursos disponibles, que en forma vertiginosa invadieron el planeta, para dejar al 80% fuera de ellos...
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