Es algo que me hace sentir inútil, porque con solo un toque en la base de la torre que construí con todo el esfuerzo del mundo se derrumba, Lástima, pero es la condición de la vida que me obliga a ser perfecta, es el precio que tengo que pagar. Porque me he dado cuenta, que es más fácil, ganar sin ningún esfuerzo los premios de la derrota; que los del triunfo, premios por los cuales hasta la vida daría.

En este momento, mi único refugio es una voz que escucho, pero se que me engaña, aunque tape mis oídos o evite a toda costa escucharlas, es inútil, me persigue.
Pero al final, lo logre, un día la vencí, pero al vencerla, no me hizo mas fuerte… me hizo más débil… y ahora temo más. Todo a lo que me dedique, todo alo que crecí a tu lado, todo lo que soñé, simplemente me miró profundamente, se dio la vuelta y se fue; dejándome allí con mi conciencia, sin poder mover ni un dedo. Pero aprendí y me pregunto… ¿es lógico que el hombre tenga que causarse tanto daño para poder aprender?... parece que el hombre ha evolucionado ante la vista de los demás, pero aún no se ha podido deshacer de sus malos hábitos, que pena daría, que otros seres de planetas distintos observen nuestra vida cotidiana, nuestra manera de solucionar las cosas, ya me imagino, las lágrimas y dolores de estómagos provocados por la risa, pero me toca vivir de esta manera y no tengo otra opción, mas que seguir excusándome con la misma excusa de siempre, “los humanos cometen errores”.
¿Cómo explicarte, el cómo me siento?... te acuerdas de aquella vez, que no estudiaste, era un examen de física, nadie te quería pasar las respuestas y tu con tres hojas a la mano, de lado y lado c/u; leías cada pregunta, pasándolas para ver si la siguiente te sería mas fácil, pero no era así, no sabias NADA, estabas aterrada y a la espera de alguna respuesta, era el examen final, el que mas valía, y no puedes hacer nada, algo similar es lo que siento.
Solo deseo mirar tus ojos, y no ver en ellos el odio o sed de venganza o peor aún ¡Dolor!

Una vez me dijiste que fue tanto el impacto, que congeló tu corazón, pero el fuego del odio lo derritió y el calor que aún se mantuvo allí, lo evaporó, condensándose con el temor, dando paso a una precipitación, creando una tormenta de dolor reflejada en tus ojos. Algo que yo nunca planee y sucede sin querer, cuando es la primera vez que siento esto y tener que pasar por esto, pensé que sería con alguien que no fuera tan importante para mi.
Y solo por ser semana santa, Bendigo al autor de toda esta tragedia y solo tengo algo que agradecerle, me enseñaste que en esta vida, la mentira no existe, la mentira es ausencia de verdad, ¿por qué lo digo?; ¿Haz visto una mentira que sea verdad?, ¿una verdad que sea verdad? y ¿una verdad que sea mentira?.

¿Cómo curar una herida que fue abierta con una cruel verdad?, es como tomar un algodón agregarle alcohol y tratar de sanar la herida. ¿Por qué? ¿Por qué al cometer el error no pensé en ti? Y ahora pienso más en ti que en mí, después de cometido el error, ¿por qué no antes?... Pregunta inútil, nadie me la puede responder, ahora solo se que después de esto tendré que esperar a que mis letras y mis pensamientos en proceso de descomposición, llamen a todos los buitres que hay alrededor y vengan a consumarse de mi, por mis debilidades y mis errores sin que ellos antes hallan olido sus carnes putrefactas, ellos solo esperan pacientes a que alguien como yo se sincere, para ellos luego aprovecharse de mi, pero por ahora ellos no me preocupan, solo me preocupas tú, lo que pienses, lo que sientes ellos devorarán mis restos, pero yo esperare tu ayuda, porque no pierdo las esperanzas, aun no… te conozco y por eso escribo esto, porque se que sólo tú comprenderás estas letras, aunque estés en total ausencia de luz, se que tus parpados se abrirán los mas que puedan e intentaran leer mientras que tu corazón escucha atento mi arrepentimiento, se que solo se lo pide perdón a el que está allá arriba, pero tal vez corra con suerte y baje un instante cerca de ti, y así tú podrás pedirle a él que me perdone por ti.

Diana Rocha