Celos tengo del rayo de luna que en la noche
usando tu abierta verntana se llega hasta tu cama.
Celos tengo del tibio sol al encontrarte acostada.
Celos de tus zapatillas observando todo el día
lo sólo en las noches me imagino en la alcoba.
Celos de tu madre santa que te acaricia de niía
Y a tu padre también celo porqu en la frente te besa..
De tu cinturón los celos por abrazarte el talle
Celos de la apretada blusa que sabe de tus latidos.
Por tu misal siento celos visto con tu devoción
Y, claro, tu bañera celo por que la buscas desnuda,
Por tu sostén dobles celos por su duplicada carga
Del azahar siento celos porque su aroma respiras
Tu poema favorito celo porque ocupa tu mente.
Celos por el riachuelo que refleja tu carita
Celos por esa canción y el vaiven de tu cadera.
Odio y celos del reloj porque limita ‘mi toiempo’
Celos por la tibia arena que tus piecesitos besa
Y del mar con su espuma acariciándote el cuerpo
Celos de la estrella del cine por lo mucho que lo admiras
Grandes celos por tu tanga ¿Pretendes que te lo esxplique?
Celos siento por el santo que otro tiempo fuera hombre
de rodillas hoy lo miras suplicándole el milagro
Hasta de Dios tengo celos que con su luz te ilumina.
Celos tengo de la brisa que en tus oídos murmura
De la copa en tus labios y del vino en tu garganta
De tu bolsa tengo celos por saber de tus secretos
Y del cura a quien confiesas la verdad de tus pecados
Celos de tu rosario por tenerlo entre tus manos
El precioso camafeo celo por su lugar en tu pecho
Celoso de tu almohada con quien compartes tus sueños.
Del niño no tengo celos, al niño le tengo envidia
En su dulce inocencia no sabe de esta locura..

“No os extrañéis dulces amigos
que esté mi frente arrugada
yo vivo en paz con humanos
y en guerra con mis entrañas”
(“Proverbios y Cantares”
por Antonio Machado, de España)