Los cuentos son una gran medicina, tienen un gran poder y no hace falta que hagamos nada, solo escuchar.
Engendran emociones, tristezas y anhelos, risas y comprensión.
Nos enseñan el camino ,enseñándonos a diferenciar lo bueno de lo malo; a estar atentos ante los peligros que nos podemos encontrar en la vida.
Abren la puerta de la fantasía y nos dejan entrar en un mundo de ensueño donde existen duendes y hadas, en el que vive el Príncipe Azul y este puede encontrar a su Cenicienta. Un mundo en el que una hada madrina hace que se realice lo imposible y una calabaza se convierta en una carroza. Nos llevan a países recónditos donde los malvados son vencidos por la astucia y la inteligencia de unos niños y en los que la Justicia siempre es justa.
La tradición oral de los cuentos es universal y existe en todos los pueblos y culturas. Las narraciones anónimas populares vuelan mediante la palabra viva que de repite durante generaciones y que después son recogidas por escrito por antiguas colecciones o por modernos folkloristas, puede que vuelvan por caminos diferentes a la tradición oral de pueblos muy distantes.
Se cree que el cuento fue la primera manifestación artística del hombre, antes incluso que la danza o la música. Todos nos podemos imaginar el final del día de nuestros ancestros cuando al llegar la noche y alrededor de una fogata se podían contar los avatares del día y como a estas historias se las podía añadir una nota de fantasía, exageración, humor...Matices que crecían ante la cara de asombro de los oyentes que iban adentrándose en las historias, naciendo así los primeros cuentos.
Una de las facetas que más me impresionan de los cuentos es que podemos encontrar su difusión en el espacio. El relato nacido en una determinada comunidad pasa a otra y a otra hasta llegar a un sitio apartado del que fue su origen. Así existen múltiples versiones de un cuento en distintas partes del mundo con diversas y curiosas variantes que enmascaran y confunden la forma original.
Los cuentos comparten imágenes, símbolos e iconos que se repiten y que traspasan las fronteras entre diferentes culturas . Los reyes llevan coronas y bastones de mando, los bosques sirven para esconderse, abundan los duendes, los gigantes y los enanos y las princesas son recatadas del sueños con un beso.
En todos los clanes y tribus han existido las personas encargadas de contar cuentos. Eran elegidos en las familias con tradición de "cuenta cuentos", por su forma de buscar la esencia de y de transmitirla a los demás, impregnándola de eso que podríamos llamar magia o duende. COLORIN COLORADO---ESTE CUENTO SE HA ACABADO--------------------------------------------------------------------------------------------- ----CONTINUARA----------------------