Hoy por la mañana desperte aturdida de pensamientos negros y temores irreales, encendi la tele pero no queria levantarme, queria quedarme ahi entre mis sabanas y cobija afelpada, opte por dormir unos minutos mas para darle una segunda oportunidad a mi pesimo despertar.
Soñaba, soñaba lo que despues supe y era lo que se escuchaba en la tele, primero me veia a mi misma untandome crema en las piernas para evitar la celulitis "Muy efectiva" lo decia convenciendo a las mujeres muy sonriente, al voltear buscando el producto el escenario cambio, me encontraba sentada en el piso estaba en un mundo donde una guerra se situaba, sentia el polvo en mis ojos y cuello, me levantaba y corria vestida con un turbante protegiendo a un niño pequeño en mis brazos de un campo minado, tenia miedo, como habia llegado ahi, temblaba de pies a cabeza, escuchaba gritos de heridos entre balazos y explosiones cegada por una nube de tierra y humo, podia oler la polvora quemada y la sangre derramada no podia moverme sentia que si lo hacia saldria volando en mil pedazos con ese niño que lloraba, le pedia a Dios que nos salvara, era nuestro fin...
En mi sueño cerraba fuertemente los ojos, queria desaparecer de ahi, al abrirlos lo consegui.. Me encontraba ahora acostada en mi cama y semidesnuda, era muy confuso, el entorno habia cambiado, habia velas y un pequeño fuego encendido en una chimenea que nunca antes habia visto, sentia un peso sobre mi pues en mis brazos ya no estaba el niño que tanto protegia si no un hombre que se parecia mucho a algun ex-novio combinado con algun amigo, me besaba, no estaba segura de saber quien era, y me preguntaba, donde esta ese niño?
La piel de ese extraño disfrazado de conocido comenzo a tener efecto en mi, a tal grado que olvide que solo estaba soñando, me lamia el cuello, me abrazaba fuertemente mientras se abria camino entre mis piernas, con sus manos empujaba mi cadera hacia el, sentia sus labios, su pecho y peso sobre mi, se movia lentamente, un fuerte calor recorria mi cuerpo, derrepente se detuvo bruscamente me miraba jadeante y me decia... "Despiertate ya son las 11!"
La voz se me hizo muy familiar era mi madre, asustada abri mis ojos como si hubiera sido descubierta, me levante de un brinco, sintiendo algo de verguenza sin saber por que, me dirigi hacia mi espejo, me frote mis brazos y mi cara, un tanto confundida, me arregle apresuradamente y prepare mi maletin para irme a trabajar...
De las cremas, guerra y romance no recorde mas...