Voluntad + amor parte 2

Y no pudo pasar a verla, sin permiso por la noche pasó a verla sin que nadie se enterara, la vio acostada en su cama con suero y todos esos aparatos. Ella estaba despierta.

-hola, ¿Cómo te sientes? – le dice él.
-vete, lárgate, que no entienden órdenes.
-pero…
-vete. – dice ella.

Se fue pero solo se salió de la habitación se quedó en la sala de espera. Una enfermera cambió a Tamara de habitación, a una habitación comunitaria donde compartía con otros enfermos. Una chica vio una discusión con ellos dos, por la noche ya estaba Tamara en su cama cuando esta chica se acercó a ella y le dijo.

-que afortunada eres.
-¿perdón?
-si ese chico, te quiere de verdad, a mí nadie me viene a ver, aunque ya estoy a punto de morir ni una sola visita en tantos años de agonía, nadie vino aunque sea a decirme algunas palabras de aliento, a ti, ese chico no se ha despegado para nada.
-… - Tamara no dijo nada solo hizo una sonrisa fingida.

Se fue a su cama, y por la mañana había un par de enfermeras alrededor de esa cama esa chica había muerto por la madrugada, un sacerdote llegó y le dio los santos oleos. Por la tarde Tamara salió de su habitación y vio a Cristian dormido en un sillón de la sala de espera, Tamara le puso una sábana que ella levaba sobre la espalada para cubrirse del frio, y salió a una terraza que está en ese piso. De repente Cristian salió a la terraza y por primera vez en su vida pensó en prender un cigarro.

-ten póntela. – y le puso su sudadera y encima la sabana en color blanco. - ¿qué haces afuera? Hace mucho frio.
-quería respirar el aire puro. Sabes, una chica en la habitación donde estoy acaba de morir.
-qué pena…
-antes de irse me dijo unas palabras muy reflexivas.
-¿a sí? Y que te dijo.
-es un secreto. Ya me siento mejor.
-eso es buena noticia.
-ya me quiero meter, tengo frio. – dijo ella, y
Cristian la cargo hasta aquella habitación donde estaban esas almas que ya no podían más.

Se quedó con ella para ayudarla en todo lo que ella pudiera necesitar. Era difícil que dos desconocidos tuvieran una amistad de la noche a la mañana, la convivencia era un poco pesada, pero ella siempre tuvo en mente las palabras de esa chica. Existía un problema, una barrera que hacía de esa nueva amistad algo imposible ella sufría de una infección fuerte en los pulmones y él era adicto a la nicotina.
Estaba en manos de él, que tal vez ella es el amor de su vida. Por un tiempo Tamara tuvo que quedarse en el hospital y por ningún momento el se separó de ella, solo salía por la mañanas según a desayudar pero salía a fumar, porque toda la noche y el tiempo que estaba con ella no fumaba.
Un lunes por la noche Tamara se puso mala, empezó a toser fue tanta la fuerza con la que tosía que se lastimó la garganta y vomitó sangre. Al verla Cristian de asustó y llamó a una enfermera, él podía ver como las sabanas estaban llenas de sangre y ella no dejaba de toser. De inmediato una enfermera llegó y detrás de ella llagaba el doctor, mientras otra enfermera le pedía a Cristian que dejara la habitación, la rodearon y la llevaron a cirugía. Cristian no sabía lo que pasaba el doctor y las enfermeras estaban herméticos con la información. Era muy pronto para pedir un pronóstico de la salud de Tamara. A cada rato Cristian se levantaba de su lugar para preguntar sobre Tamara. Pero nadie decía nada. Fueron 10 horas de cirugía hasta que un doctor salió y dio su diagnóstico.

-¿cómo esta ella? – pregunta el muy exaltado.
-ella está bien. Solo fue un pequeño flujo de sangre debido a la infección.
-¿pero va a estar bien?
-sí, pero una sola partícula de nicotina la puede matar. Permiso.

Al enterarse de la noticia, se sentó de nuevo y esperó a que la pasaran de nuevo a su cuarto pero esta vez la mandaron a observación. Él no podía creer lo que estaba viendo, cuando entró a la habitación, la vio llena de tubos, tenía un tubo dentro de su garganta, solo de verla la piel se le puso “chinita”. El doctor fue por la tarde para hacerle una revisión. Cuando el doctor se dirigió a Cristian fue claro, duro y muy consciente de que la recuperación de Tamara seria larga. Su amigo mandó los gastos necesarios para que se cumpliera el tratamiento de trama. A los pocos días critican salió del hospital y fue a su casa para darse un baño, e ir por ropa para el por qué la jornada seria larga. También fue a darse una vuelta a la escuela y darse de baja, porque tendría que cuidar a Tamara, nadie preguntó por ella, solo el primer profesor que tuvo en esa escuela. Que la fue a visitar un par de veces. Por la tarde antes de llegar al hospital critican sacó una cajetilla de cigarros, la abrió, sacó un cigarro, pero antes de prenderlo por su mente pasó la imagen de Tamara entubada y botó la cajetilla al suelo. Pasaron los meses y Tamara mejoraba muy lento. Cada buena noticia, cada tres meses era música para Cristian, el ver tan mal a Tamara lo hizo reflexionar no fue fácil para él, dejar el cigarro era como dejar de comer, pero con mucha voluntad lo iba a lograr.
Después de algunos meses las cosas cambiaron por completo un día al regresar de trabajar el doctor ya esperaba a Cristian para hablar de ella.


-doctor, buenas tardes ¿pasa algo con Tamara?
-sí, ¿Qué le pasa? – pregunta preocupado.
-no es con su salud. Lo que pasa es que desde hace dos meses que no se deposita a la cuenta del hospital, la persona que está ayudando a Tamara con los gastos no ha depositado dinero y es hospital me pide que si no pagan tengo que retirarle los servicios a Tamara.


¿Podrá Cristian pagar los servicios médicos de Tamara? ¿O dejara a Tamara a su voluntad? ¿Que pasará?


Continuara…