Una carta más se ha consumido en el fuego.
Una carta, que anacronismo en estos días.
Son solo letras, en caída libre, sobre papel.
Que importancia guarda que diga: la vida esta viva,
aun cuando tu presencia se fue en el viento
hacia el horizonte sin rumbo de tus anhelos?
Sé que no tienes un estuche rojo donde guardarlas,
solo la lumbre, donde sin leerla, la inflamas,
dejando solo huellas de cenizas de lo escrito.
Disculpa lo patético en la tinta de mis misivas,
a la distancia no se como decorar tu nada,
quisiera demostrarte que una gota de felicidad
puede estar encerrada en el sobre que te llega,
pero solo lo razoné en un momento de vigilia,
particularmente único, al pensarte sin sentir nada,
siendo feliz, una noche otoñal llena de estrellas.
Mientras, en solitario, se apaga el calor de esa carta
que desde ahora, ya no te voy a escribir. |