Crepita, corazón,
cruge,
tartamudea
y ama,
y que sea por última vez.
En esta mañana
en la que matamos a dios
crepita corazón
y cruge
sobre las banderas
de los labios que fraguan
las llamas.
Crepita corazón
y ruge
por las quimeras
abandonadas
de la sin razón
desgarra y clávame
el alma en
el vago suspiro
de las estrellas
No hay hombre
que hoy me pueda desnudar
de este aullido sincero
inquebrantable y
seco
de los recuerdos que quedan varados
cuando enmudece el adiós
crepita corazón y calla
y olvida de una vez el verbo
que conjugó el dolor
Texto agregado el 24-04-2012, y leído por 112
visitantes. (1 voto)