La niña y el viejo árbol

Había una vez un pequeña niña que gustaba mucho de ir a la plaza en la cual en su centro había un enorme árbol con un tronco tan gordo que se necesitaban tres niños para rodearlo y que sus raíces sobresalían del suelo formándose según la mirada de esta pequeña en cortos y entretenidos resbalines y cuevas de hadas....
Esta pequeña no tenía muchos amigos así que este viejo árbol era uno de ellos, y lo trataba como tal. Le cantaba, bailaba y contaba sus cosas.
Un día la madre de la pequeña le dijo :“hija ordena tus cosas que nos vamos” la niña no entendiendo le dice: “¿a dónde?” y su madre le dice lejos de aquí, a otro lugar......bla, bla, bla... eso fue lo único que escucho la niña de su madre. lo otro no le importaba ni le interesaba, porque lo primero que pensó en ese momento fue “mi viejo árbol!!!!” “qué hará sin mi y yo sin él” y comienza a llorar desconsoladamente, la madre sin entender lo que le pasaba a su hija siguió ordenando la casa y se olvidó...
La niña corrió fuera de la casa sin que nadie se diera cuenta, corrió lo más fuerte que podía hasta que llego a donde su amigo el viejo árbol, lo abrazó fuerte, y le beso suavemente y le dijo, amigo deberás ser fuerte tendré que irme y no volveremos a estar juntos nunca más.... y terminando de decir esto la niña comienza a llorar nuevamente con los ojos bien cerrados y apretados.. cuando de repente siente una caricia y un arrullo que la levanta del suelo, al abrir sus ojos se dio cuenta que estaba en una de las ramas del árbol y que las hojas de esta la acariciaban en conjunto con la suave brisa, ella muy confortable dice que dulce eres amigo mío, por fin me contarás quienes son los que viven en tus raíces....¿cierto que son pequeñas hadas???.. y al quedar en silencio comienzan a salir desde las raíces del tronco unas pequeñas lucecitas de indescriptibles y hermosos colores, la niña asombrada con tanta belleza se vio rodeada por esta luz, que la hizo sentir muy alegre, pero lo mejor de todo es que entre estas luces la niña comienza a escuchar una hermosa melodía que contaba la historia de este viejo árbol.....
Esta canción le decía a la pequeña que hacía más de un siglo cuando era solo una semilla, y que una niñita como ella le había encontrado y le dio tanto cariño y amor al plantarla que este árbol comenzó a crecer y crecer y por cada generación de niños y niñas él sin saberlo siempre estaba con un niño que le entregaba amor y cariño, y que nunca había sentido soledad a pesar de sus cien años.....
Ahora eres tu quien lo ha alimentado por estos años, pero verás amiga que este viejo árbol solo no quedará, más niño y niñas como tu lo querrán y amaran hasta que crezcan y olviden.....
¿olviden? Pregunta la niña, “si cariño, los seres humanos cundo crecen olvidan y dejan de amar y entregar cariño sin esperar nada a cambio como tu lo has hecho libremente”....
yo nunca lo olvidaré y siempre daré cariño sin esperar nada a cambio, yo lo se, yo soy así nunca cambiaré...
Espero así sea mi niña.....
Y de repente las luces comienzan a descender y volver a las raíces...
Ella más tranquila recostada en las ramas del árbol siente una voz que gritaba su nombre, cuando se dio cuenta ya era de noche y su madre la andaba buscando.....

FIN