Hoy siento que el dolor es mi compañero eterno
de mis noches, de mis días,
de mi existencia
en la soledad doliente
de este cuerpo
que por momentos creo moribundo.
Pero no, no he muerto,
puedo sentir el dolor,
él me recuerda
cuán dolorosamente viva y sola estoy.
Porque el dolor te aleja de la multitud que te rodea,
te aísla
y ya no puedes sino atenderle
sentirle,
aún contra tu propia voluntad.
Es un egoísta, egocéntrico y egodestructor.
Duele... ¡cuánto duele tanto dolor!
Texto agregado el 21-04-2012, y leído por 78
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Lectores Opinan
22-04-2012
dolor!!.
maestro que te fortalece para enfrentar miles de batallas elrohir