¿A quien de nosotros no le es familiar alguna anécdota de un personaje famoso? Yo quisiera presentarles tres de mis favoritas, por supuesto si me lo permiten.

1. Hace ya algunos años que en Nueva York se escuchaban por las calles la música de organilleros quines generalmente eran de origen italiano.
Una tarde se encontraba uno de estos en la conocida 5a. Avenida dando vuelta a la manija de su instrumento que emitía las populares notas de la bella canción napolitana "Santa Lucía". Lo hacía distraídamente y en un compáas un poco más rápido de lo debido. Esto lo hacía cerca de la entrada de uno de los mejores hoteles de la ciudad.
Cual sería su sorpresa cuando ve salir por la entrada principal y hecho un energúmeno al famoso director de orquesta, el maestro Arturo Toscanini quien en esos días se encontraba haciendo grabaciones dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la NBC que se había creado exprofesamente par él.
Con los ojos echando chispas Toscanini se dirigió al organillero y explicándole que ya no resistía escuchar la famosa melodía italiana tocada en un ritmo tan rápido.
Tomándole la mano le hizo rotar la manijuela mientras "Santa Lucía" se escuchaba al 'tempo' debido romántico y dulce como debiera de ser.
Satisfecho el maestro regresó a su hotel.
Al siguiente día apareció el organillero en el mismo lugar, tocando la misma canción y luciendo un cartelito colgado sobre el pecho que leía:
DISCIPULO DEL MAESTRO ARTURO TOSCANINI.

2.) El tenor wagneriano Leo Slezak se encontraba en un teatro de Munich interpretando la ópera "Lohengrin" y al final de una escena de la mitólogica obra el caballero en traje de plata debe de abandonar el escenario abordo de un hermoso cisne que se desliza sobre el río. El asistente del teatro cometió el error de hacer al cisne moverse alejándose de el cantante antes de que éste lo abordara.
Era un momento por demás difícil, el público estaba sorprendido, la música se interrumpió, gran silencio en el teatro y el director en ese instante no sabía cómo salir del aprieto.
Sin inmutarse el famoso tenor se dirigió al director preguntándole:
-Herr Direktor, whonn geht der nochste Schann?-
(Señor director ¿A que hora pasa el próximo cisne?)

3.) Jorge Guillermo Borges, padre del ilustre Jorge Luis Borges compartía con su hijos el amor a las letras, la admiración por las mujeres y un gran problema con la vista.
Caminando una vez por una calle céntrica de la ciudad pudo vislumbrar que adelante de él una dama yendo en la misma dirección que la suya, elegantemente vestida e interesantemente curvilínea.
Siguiendola desde atrás, Guillermo Borges comenzó, como de costumbre a 'echarle flores' (lanzarle piropos o requiebros). Ella, como era de esperarse, lo ignoraba más lo escuchaba. Esto no le importó al poeta quien siguió en su afán con más empeño. Al cabo de un rato prudente se aventuró a invitarla a tan siquiera platicar sentados en un parque o a compartir un cafecito.
La dama entonces se detuvo y dándose media vuelta enfrentó a aquel Romeo para decirle:
-Willy, francamente tú no tienes remedio".-
La dama era su esposa.