Calle abajo,
a paso lento
se fue el cortejo
resando.
Las piedras del camino
bajo los pies,
amortiguando
los pecados
escondidos.
Cerro arriba
caminando,
cargando
la cruz del tormento.
Una inmensa
luna llena
los esta
espiando,
distante ,
silenciosa y fria.
Apaga el viento
la voz del reso y el canto.
Se diluyen calle abajo
las sombras
de unos pocos devotos,
mientras los perros ladran
y las vecinas espian
tras los visillos.
Viernes santo...
la cruz del calvario ,
cerro arriba,
cerro abajo
avanzando.
¡Mira! ...tus manos
sangran...
Tu frente sangra.
Tus pies desnudos
sangran.
Y tienes sed.
Mientras tu costado sangra.
Y tus ojos
buscan en el cielo
una respuesta.
En tus manos Señor...
El tiempo avanza.
No retrocede el siglo
ni un solo paso.
Aun quedan peregrinos
que no se aferran
a palabras de hombres
si no a Cristo Señor.
Aun en viernes Santo
los perros ladran ...
Tiren la primera piedra,
escondan las manos.
Su frente sangra.
Corona de espinas...
cerro arriba,
cerro abajo,
mientras el cielo entero sangra.




lMary Patricia Oyarce M.