(Recuerdos de cómo viví y sufrí
el golpe militaren Chile.
Cortos relatos-reflexiones. Nº 3)

A lo largo y ancho de Chile se establecieron decenas de lugares “oficiales y no oficiales” de detención, torturas y ultrajes a la dignidad humana. Casi todos ilegales, lo que a una dictadura, le importa muy poco.

Delitos:
* Haber puesto sus esperanzas en un Gobierno de izquierda legítimamente elegido y de gran arrastre.
* Haber apoyado programas sociales de ese Gobierno.

Estos centros de detención no fue algo especial en algún lugar determinado del país. Fue, repito, de norte a sur. Una actitud institucional, organizada, de las Fuerzas Armadas.
La norma oficial parece haber sido: “Prohibido pensar distinto a nosotros”. “Lo contrario es ser “enemigo de la patria”.

Con el golpe militar, el ejército, la aviación y la marina (agréguense los carabineros), pasaron de ser defensores de la patria y sus ciudadanos, a ser el brazo armado de la derecha política y económica. ¡Nada menos que la perversión, la degeneración de su noble objetivo!

A uno de esos lugares, con varios amigos, fuimos a parar.

(Continuará con “Ni yo, que soy sargento”. (4)