cuando ni siquiera buscaba
cuando me despedía de
una nueva desconocida
Me toma la mano
y un respiro profundo
es testigo mi ser
me endulza el tono de su piel
su cabello largo y como la misma miel, sus ojos castaños
que pintan destellos
me besa despacio y sonríe
ella me ata a su cuerpo
como si fuese a caerse
el mundo sobre nosotros
y susurra sonetos hermosos
que embrujan mis oídos
me alejo como aquel que
recibe una apuñalada
mi mirada asustada
le hace gracia de nuevo
yo parpadeo con insistencia
¿qué es lo que acaba de pasar?
entre tantos pensamientos
me sentí curado,
aliviado de que aun los besos
existieran y no hubiese que rogarlos
ella se despide y la noche
en que menos dormí fue esa,
la noche en que no soñaba
despierto y no necesitaba a la luna ya para
inspirarme, así que decidí escribir este poema
en caso de que tu tampoco puedas dormir.
Te Conocí entonces...
Volví a vivir.
Texto agregado el 18-04-2012, y leído por 156
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