Dedicado a Ana Maria Silva.






La mañana no amanece hasta que tu vengas, con el cielo y las penas a fatigar mi amor,
a intentarlo,
aunque este permanece tanto y crece tan inevitablemente
como el sol se abre paso entre la niebla y la distancia. No podrias hacer nada para evitar este torrente de vida y musica maravillosa,
que suena mientras mi espera se impacienta ,rie, quiere abandonarse a ser una sombra,
aunque a decir verdad solo quisiera serlo de tu piel , de tu cuerpo moreno aguardando la desnudez primordial de aquella noche imposible, de nupcias de nunca llegar.
Una musica suave sale del cuarto secreto donde tu corazon late la espera.
Se filtra como una luz de noche se asoma bajo tu puerta,revuelve tus sabanas insomnes.
La melodia es tan tierna como tus pasos, de almibar melosa como tu voz.
Alegre como tu espiritu travieso jugando a las escondidas entre columnas solemnes y endebles, con esa inocencia irredimible que te encarna.
Y yo,soy solo un gato cebil maullandole a la luna,mas oscuro que las sombras que aun reinan en la casa,
donde las luces duermen todavia.
Conozco el silencio de tus pasos,
presiento tu cuerpo cuando viene,
contengo el aliento para no llamarte a gritos.
Tan luego,la mañana pare rojiza una esperanza. Anuncia el viento que trae tu aroma como un huracan amado.
Irradia esa luz que herira tu belleza en mis pupilas. Mientras la luna se duerme y el sol quieto se impacienta por su llamado a escena,
repito tu nombre como un infinito mantram, un conjuro que te traiga.