Para Ana Maria Silva.








Necesito tus ojos soñando el ardor de tu mirada,
esa oscura luz que abre las puertas de mi amor.

Sin mirarme en ellos,
el dia no existe,
la vida no crece,
permanezco en el silencio de tu ausencia.

Mirar cada dia tu rostro es comprender el porque de la belleza,
glorificada por los hombres de todos los siglos.
Tambien saber de lo humano.
Como si la faz sufriente de una diosa terrena se mostrara.
Intuir sombras que no deberian estar.
Acariciar huellas de un dolor que yo no quise.
Acercarse a conocer tus dias y trabajos,
la fatiga y el pesar,
tambien la alegria.
Los sueños que se perdieron,
sin llegar a tocarlos bajo la luz real.

Aun asi no podes impedir tu ternura,
que brota de vos como el agua inmortal de las piedras.

Aunque alguna lagrima tuya caiga,
con un filo mineral hiriendote,
se enternece al resbalar,
por tu dulce piel morena.

Yo,
mirandote a traves de este vidrio blindado de los años,
que me prohibe llegar a vos,
solo quiero escucharte.

Que tu voz,
codiciada por hadas ,angeles y mujeres grises,
me acompañe mientras las noches caen
y yo te busco en sueños,
hasta amanecer bajo tu mirada de Diosa cotidiana.