La princesa de sandarga por Enrique Nieto (Cuentos)
Allá en los andes en una hondonada, donde solo había un paso estrecho pues todo estaba rodeado de montañas llenas de nieve, existía una aldea ya hacia muchísimos años, este pueblo rodeado de unas vallas altísimas, con solo una entrada, aquí había siempre mucha armonía con sus vecinos lejanos, pero este pueblo se moría de hambre y el rey hizo un pasto con los dioses a cambios de riqueza y comida para su pueblo, una vez al año se abrían las puertas para el paso de mercaderes que traían ropas y enseres a cambio de sal, que recolectaban las mujeres en un gran pozo, hondísimo en el centro del pueblo, pero este pozo nadie lo había echo, dicen viejas leyendas que fue un rayo que vino del cielo, provocando un espantoso trueno, los antiguos decían que el viejo rey ofreció a su hija, una princesa en sacrificio, para que la virginidad fuera para los dioses, y así calmar la ira de ellos .
La princesa tenía dieciséis años, una niña preciosa de cabellos dorados ojos azules y de piel algo oscura, bella como las esmeraldas
las personas al ver que su padre el rey hizo ese sacrificio , a cambio de que su pueblo tuviera comida llegaron a adorarlo como si de un gran padre de todos fuera, y viendo como la princesa resignada, con un vestido blanco solamente posaba encima de aquella roca en forma de cama amarrada con los brazos en cruz, hasta su muerte o mejor hasta que los dioses bajaran por ella, en pocas horas moriría de frío pero el rey con lágrimas en los ojos, diría que fue sacrificada para el sustento del pueblo , bueno así parece que paso, en la noche la princesa ya no estaba, había desaparecido, la buscaron por todos sitios y los dioses se enojaron provocando este rayo infernal,
El rey jamás supo de su hija desde entonces, las mujeres bajaban a este pozo tan profundo, se fueron formando unas escaleras a todo su alrededor conforme iban bajando las mujeres, cuando llegaron a bajo la primera mujer oyó llorar una niña que allí estaba, la mujer le dijo
¿Quién eres y por qué estás aquí?
Soy la princesa SASACO mi padre me ofreció en sacrificio a los dioses,
¿Por qué lloras? Mis lágrimas es el producto de la sal que vais a recoger
Y las mujeres llenaban sus canastos de esa sal pura y virgen, del centro de la tierra cuando llenaron sus canastos los posaban en sus cabezas y subían, una y otra vez así todo el día hasta el anochecer, esta le dijo :
Princesa, ¿no vienes?
No puedo los dioses me tienen aquí para siempre, pero tenéis que prometer que no diréis nada de mi fuera, si subiera la sal que sustenta el pueblo desaparecerá.
¿ en qué podemos ayudarte?.
Bajarme comida todos los días así todo irá bien.
Las mujeres bajaban una y otra vez, así estaban todo el día
En la noche la luna iluminaba el centro del pozo, y la princesa lloraba y lloraba, a la mañana siguiente, una gran cola de mujeres se disponían a bajar todas estaban deseando ver a la princesa, y allí que iban
La princesa charlaba muchísimo con todas las mujeres del pueblo, y se reía mucho con ellas por de día, y por la noche en su soledad y con la luna de amiga lloraba su tristeza para crear más sal.
Ya la confianza era mucha ellas se abrasaban cuando se veían, y mientras subían muchísimas canastas de sal,
El rey tomaba en sus almacenes toda la sal del pozo, pues toda le pertenecía a él y cuando se vendía a los mercaderes, pues el rey daba a cada mujer el dinero que fuere, y los hombres del pueblo iban vendiendo la sal por otros pueblos, y entregaban a el rey el dinero ganado.
El rey después pagaba sus salarios a los hombres, y así todo iba perfecto
El rey montado en riqueza a costa de ese negocio que era la sal o las lágrimas de su hija pero que sabia el,
Años después muere la reina, una de las chicas que bajaban al pozo se lo dijo.
SASACO tu madre ha muerto, dicen en palacio que desde que tu te fuiste no dejo de llorar por ti.
SASACO dijo.
Pobre madre era tan buena.
Y echo a llorar la amiga intento consolarla sin conseguirlo, se metió en una caverna que había allí oscura totalmente y no volvió a salir en todo el día.
Ya las mujeres bajaban en silencio y solo se oía él lo siento de cada mujer, durante todo el día el cuchicheo en el pueblo entre mujeres era inevitable, y un chico de diecisiete años hermano de una de ellas, se estuvo quedando con todo y con el tiempo de tanto oír a sus hermanas, se fue enamorando de SASACO
Un día este chico le dijo a su hermana pequeña de ocho añitos que en la complicidad de los comentarios de SASACO
Le dijo :
Hermana sabes que estoy enamorado de SASACO.
Y...¿qué sabes tú de SASACO?.
A pues muchas cosas y quisiera conocerla.
A pues tú no puedes bajar al pozo de la sal, los hombres no, sabes que está prohibido
Bueno y si le dices que yo la quiero
Ah, ya veré si se lo digo
Entonces la niña decidió bajar con su hermana mayor y la niña la llamo
¿SASACO dónde estás?
SASACO al sentir una voz nueva y joven salió de las sombras y dijo
¿Quién eres?
Me llamo SASA
Ah ¿qué quieres?
He venido con mi hermana quería conocerte
Ven siéntate a aquí conmigo anda cuéntame
Pues sabes mi hermano está enamorado de ti
Jajá jajá y ¿de que me conoce?
Ah de oírnos a mí y a mi hermana él se escondía y escuchaba
Sabéis que nadie debería enterarse de este secreto
Bueno me tengo que marchar adiós SASACO
Adiós SASA.
Desde ese día SASACO empezó a pensar en ese chico, soñaba incluso con él y se estaba enamorando, la niña cada día le contaba muchas cosas de él, y a él de ella,
Era como un amor platónico, este que sin conocerse parecía que se conocían de toda la vida, ella quería salir pero no podía, su corazón lloraba de amor por él.
Un día el rey se enteró de lo de su hija, y se enfadó muchísimo aunque era muy mayor ya, y apenas si podía andar.
Un pueblo vecino pasaba mucha hambre y decidieron robar la sal de este pueblo, con un ejército de hombres, entraron en palacio una noche para robar y llenaron infinidades de sacos de sal, el rey al sentir ruido salió, y una flecha maldita le alcanzó de lleno, el rey cayó al suelo, volviéndose bajo por las escalera de la torre arrastrándose y salió del palacio.
Arrastrándose hasta el pozo decidió bajar.
El ruido de las piedras que caían al fondo del pozo despertaron a SASACO esta dijo:
¿Quien anda allí?
Una voz de hombre sollozaba hija, hija mía, donde estas ya a media profundidad
SASACO dijo:
¿Padre?
Si hija
Subiendo ella
¿Padre que os ha pasado?
Hija me han matado ciento tanto lo que te hice espero que me perdones no pensé que esto sería así.
De pronto el padre se desplomo, rodando y rodando hasta el fondo del pozo estaba muerto, ella
Pidió venganza a los dioses y estos le dijeron:
Puedes salir pero el rey se quedara aquí para siempre
Al salir no pudo pues la luz le cegaban los ojos y entonces decidió salir de noche, se dirigió a una de las primeras casa, y llamo a la puerta de la casa, alguien dijo:
¿Quién sois?
Soy SASACO abridme.
Abrieron la puerta.
SASACO ¿que hacéis aquí ?
Le dijo la mujer
Mi padre ha muerto lo han matado para robar la sal y yo no puedo salir de día la luz me hace daño en los ojos
A esto que se levantó otro ocupante de la casa, con la casualidad que era el chico de sus sueños.
SASACO...¿ eres tú?
Tomando su mano.
¿Tú eres el hermano de SASA?.
Si yo soy SASA ven mira quien está aquí.
SASA se levantó tocándose los ojos, y salió corriendo abrasándose a SASACO.
SASACO explico a toda la familia lo ocurrido y dieron la alarma en todo el pueblo.
A la mañana siguiente, mando tocar las campanas de la iglesia para una reunión. General de todo el pueblo,
En la plaza SASACO con una venda en los ojos, se pronunció ante el pueblo diciendo.
Todas las mujeres me conocéis, y a los que no me conozcan les diré que yo soy SASACO princesa y ahora la reina
El rey mi padre ha sido acecinado por unos maleantes que han invadido palacio para robar la sal y matando a la guardia real, y llamo al pueblo para la lucha esta noche quizás vuelvan, y les haremos una emboscada que os parece es el pan de todos el que se roba.
Todos alzaron la mano pidiendo venganza.
Por la reina dijeron varios.
Cogieron armas y al anochecer se escondieron,
Los invasores avían echo un agujero en el muro y por allí entrarían, pero esta vez los estaban esperando a todos, y así fue se les echaron encima como pulgas matándolos a todos, y ganando la batalla este pueblo jamás volvió a atacar a nadie.
SASACO bajo a el pozo y le pidió a los dioses su permiso, para casarse con este chico los dioses le dijeron:
Si puedes casarte con este chico, y así este pueblo seguirá teniendo un reino.
Os casareis frente a la boca de este pozo, y a si tendrás nuestras bendiciones.
Si, si gracias Dios mío.
SASACO corrió hasta palacio, para prepararlo todo
en la casa de su amado, se abrasaron todos y se besaron,
Ya en palacio la reina SASACO le explico a todos lo que se iba a hacer, el estaba completamente de acuerdo y se besaron con una pasión que cualquiera en su lugar se hubieran quedado en cinta.
Se casaron y fueron felices para la eternidad, y el pozo nunca dejo de dar millones de quilos en sal siendo este reino el más rico de la comarca, la reina en su sentido de humildad viajo hasta los pueblos más pobres para fomentar las relaciones y dar bienestar a sus ciudadanos creando un gran imperio .
Fin |