Carol (12)
Con tu tez de niña promiscua, tú baja estatura, el pelo suelto, como cascada vestida de luto, tu piel blanca, tersa y al mismo tiempo flexible, una sílfide, que a base de movimientos toscos, y sensuales, hacen desear ese cuerpo joven, quizás demasiado.
Creer en tu castidad seria pecar de ingenuo, sin embargo, tus guiños y risas llenaron mi existencia de alegría y masturbación.
Pero los tiempos han pasado, y me arrepiento, de nunca haber sucumbido a tus caricias de niña, para haberte engatusado como hombre que soy, y hacerte probar de mi sexo.
“aun tu recuerdo me excita”
Cierro los ojos, tu imagen se pega a mis párpados, tu niñez se sienta sobre mí, el orgasmo se acerca, eres un recuerdo exótico, pero efectivo.
Saco un cigarrillo, y prendo la televisión.
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