Para aquellas personas que alguna vez pensaron en que habían personas
que se parecían a uno... Para aquéllos que pensaban que no eras la única persona que tenían ciertos pensamientos.... que tu y otros más podrían ser especiales...
Para ti; méte todos tus pensamientos en una bolsa negra y espera al camión de basura para que recoja esas porquerías...
Siempre me he sentido extraña... diferente... Y me molesta mucho serlo.
¿Acaso era la única muchacha que vivía dentro de una nube, esperando a alguien especial para compartir su vida? No hablo de compartir la vida con otro, como una pareja amorosa (aunque idealmente me gustaría mucho), pensaba que, quizás, también habían personas que podían ser consideradas mis amigos y vivir dentro de la misma nube, compartiendo experiencias, sintiéndose acompañados dentro de ese vacío color de rosa... Quizás había gente criada como uno... Y que podían entenderte tal como eras, sin considerarte un ser anormal... Quizás había una tribu de inapdaptados sociales que se sentían seguros unidos... Quizás... Quizás tantas cosas..................
La primera persona... Una mujer... Mi madre, pensaba que ella vivió una vida tan parecida a la mía... pero con el tiempo en que la fui conociendo me di cuenta que no fue así, era una vida TAN diferente, tan especial... tan envidiable...
Segunda persona... Mi padre... Alguien tranquilo, ¿Qué puedo decir de él? Un excelente hombre que encontró en su vida alguien con quien ser feliz... Mucho más de lo que creo que alguna vez podría alcanzar yo como mujer... Condición estúpida de mujer...
Tercera persona... Mi hermana... Casi igual, pero más alegre, más despreocupada, más inteligente... Creó un mundo dentro de su propia mente y de ahí no ha querido asomarse al exterior... Vive feliz...
Cuarta persona... Jacqueline... Una amiga que estudia ahora derecho... Una joven que de la condición de fijarse en sus uñas y las espinillas, pasó a convertirse en una mujer responsable, estudiosa, envidiada por esa capacidad de perseverancia por mí.
Quinta persona... Un homosexual... ¡Mejor amigo no podía pedir!... Me decía a mi misma... Pensé que viviamos los dos dentro del mundo del sin sentido, hasta que me di cuenta que su vida está dedicada al carpe diem... ¿Serían palabras sinceras las que alguna vez me dijo, respecto a que yo habría sido su mujer ideal si no fuera por su condición de "un maldito gay"?... Cada vez que las recuerdo, comienzo a creer que sólo fue mi imaginación...
Sexta y séptima persona... dos compañeros de carrera... Uno decaído en atributos físicos, como yo, y maestro empedernido de las máquinas de juego, como yo.... El otro adorable, incluso amable... Pero el primero cayó en la desesperación debido al sentimiento de soledad, siendo que yo estaba a su lado acompañándolo, no le interesó y decidió bajar a la tierra. El segundo, también desesperado, se encontró por casualidad con otra nube y saltó a acompañar a la dama que estaba allí... Una nube de color, más dinámica, más feliz, casi como la tierra (Si es que no era la tierra camuflada). De todas formas, después de su salto, no quize inmiscuirme...
Octava persona... Un estudiante de odontologia... Quizá ahora no podría equivocarme... Quizá ahora podría sentirme acompañada y a gusto para contar con alguien y que ese alguien contara conmigo... Pero tantas actitudes amables y a la vez, desinteresadas, me hicieron sospechar muchas veces... Hasta que, se unió a lo que más detesto, cayendo en el punto más bajo de la escala. No podía creer lo que me estaba escribiendo... Sonaba como cualquier ser humano...
Estallé en llanto cuando me di cuenta que ahí se acabaron mis opciones. Miré a mi alrededor... Y me encontré sola, encima de una nube gris, muriendo poco a poco de frío, sintiendo que estaba haciendo el ridículo en ese lugar, esperando a alguien que se sentara a mi lado a conversar y hacerme compañía; mientras todos estaban disfrutando los beneficios de la tierra, comiendo sin preocupaciones del fruto prohibido, probando los distintos sabores de cada cuerpo... Intenté muchas veces salir de allí, pero la tormenta me hacía retroceder con miedo.
No sé adónde ir, a quién decirle esto, con quien llorar tranquila, a quien acompañar, si nadie necesita de mi compañía...
... Fui colocada aquí, para que el resto se riera de mi condición y los más pequeños aprendieran que subirse a las nubes grises, utópicas, nunca les traerá felicidad a sus manos...
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