Tu tienes novia... y yo tengo novio. Tu a veces la amas y casi siempre terminan. Yo siempre lo amo y jamás hemos terminado. Tu jugueteas y yo jugueteo, me coqueteas y yo dudo de coquetearte. Me deseas cuando estás soltero, yo te deseo cuando se vuelve loca la producción de hormonas y... algo baja... la misma producción.
No te he imaginado en cueros, pero me he sorprendido soñando contigo, he llegado a sentir tus manos contorneando mis piernas, mi cintura y mi espalda, he sentido mis piernas abrazándote, sin amor, he sentido el deseo de ese encuentro, y me gusta... antes, cuando me daba el lujo de ser soltera, mis encuentros casuales eran producto del deseo... y se sentía tan bien.
Tu me das eso, el placer de coquetear, de sentirme deseada por otro que no sea Mi hombre, me das aventuras en mi cabeza, pero después, ¿Me amarás tanto como él? No. Tu no me tratarás como lo hace él, no te entregarás como lo hace él... y lo que es peor, yo no me entregaré como me entrego a él, por que no será de alta pureza (amor).