Déjame hundirme en el mar de tus ojos
Azules como el cielo en ellos me purifico
Eres la mujer extraña de mis sueños
Silueta que se sumerge en el olvido
Extraña mujer si eres de otro mundo
Más bien dilo, no tendré temor de ti.

Mi bella diosa eres mi dulce artemisa
Échame tus conjuros a ellos me doblego
Quítame la vida si con ello te complazco
Y si horribles fieras rasgan mi débil carne
Me lo merezco es carne del deseo inocente
Extraña mujer apareciste en medio de la nada
Tus ojos relucientes azules cómo el mar.

O eres un fantasma que vaga en el limbo
Dejando la estela de tu perfume embriagante
El cual flota en el aire cual bruma en el estío
Difusa como tú figura, casi flota en el aire
Me atormentas y el delirio hace doler mi pecho
Déjame que me hunda en el mar de tus ojos
Caer en el abismo azul y soñar tus sueños
Mujer extraña te esfumaste de mi vida
Solo de ti quedó el dulce efluvio de tu perfume
Mezcla de olvido desesperanza y letanías.

Mujer extraña ojos de un azul intenso
Ahora sé que tú vagas por las noches
Eres solitaria como la mansa y brillante luna
Eres majestuosa como el indomable sol
Eres la aparición que cambió toda mi vida
Sé que jamás te podré alcanzar, tú eres, mujer
La novia del sol, la luna, las estrellas, del tiempo
Tal vez no exististe nunca, solo fue un reflejo
O una quimera de mis fantasías enamoradas
Solo te digo adiós para siempre mi extraña mujer
Ojos azules intensos como el abismo del mar.
Ray