Incipientes abriles de pubescencia, con ellos el amor
Mi inmadurez a ese deleite no lo pude aún juzgar
Fue el pequeño primer eslabón, que me avasalló
Placentera edad, cálida cual lluvia en verano terroso
Eslabones que se unieron cual garras engarfiadas
Grilletes que el tiempo desgastó en amarga hiel
Y esa dulce y apasionada existencia de pronto eclipsó.
Cual afilados piquetes horadaron el esclavo lienzo
Que en mi alocada y ferviente juventud elaboré
Juramentos que quedaron entrelazados en sus cercos
Los cuales con sus fuertes eslabones mi vida consumió
Y sepultados en la conciencia, duermen plácidamente.
El calor inclemente de esta fiebre activa, abrazadora
Trasformaron mis lágrimas en vapores plácidos, áureos
Bacas que se afianzaron en hierros finos del amor
Más cuando el corazón se excede en fina arena se diluye
Eslabones, que se unen se engarzan, no se quiebran.
Mi espíritu cual suave pluma en ellos perecedero se mece
Anillas, entre ellas, aflicciones, pasiones, que se fusionan
Y en el rostro sorprendido, las lágrimas se adhirieron
Cual violetas esparcidas, en el pronto se marchitaron
Dados, aún siguen engarzados, se van, pero ellos volverán.
Ray
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