eran las seis de la mañana luego las seis y un segundo y otro y otro... que fuerte es el tiempo sus pasos como gotas de agua limpian toda existencia quisiera saber algo mas un instante mas asirlo en mis manos y darle mi corazón... mas este vuela sin compasión hijo del tiempo se va sin decir adios... ya frente al buen día saludo a quien me cruce si es hombre, niño o mujer a todos sonrío por igual mientras noto las huellas del tiempo en sus ojos... seguirá este vivir este momento brillante en que comulgo con la verdad aliento tras aliento el baño de verdad que limpia mis heridas como los pasos del tiempo...
Texto agregado el 11-04-2012, y leído por 190 visitantes. (3 votos)