Protesta la tarde
su saña renace.
El sol invernará.
Las gaviotas
emigran,
se matan,
las caracolas
sollozan,
se fugan,
la espuma
no baja del mar.
Brumoso tu instinto
se sienta, se calla
enfermo, muriendo
tu celo se va.
Tus sergas
no esperan consuelo
tu tino,
no sabe resucitar.
Replegada,
protesta la espiga,
agria camina,
se pierden sus pasos,
sus huellas no están.
Incierto,
tanteo tu pelo.
calibro tu cuerpo.
retengo tu beso:
¡te irás!
Tu mirada
advierte vacía;
puntual,
tu furia
sabes ocultar.
Tu indolencia
recoge un te quiero,
temblando tus frutos
se quieren quedar.
La luna consuela
la fuga.., la fuga
relumbra atrás.
Despierta la niña
del sueño eterno
dudosa,
espera la joven
segura;
la mujer se va.
Sereno espero.
Exhala la calma
suspiros de plata
la niña, volverá.
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