Me dejaste fundida en tu infierno,
Tras sombras que desplegaban sus alas junto a mi viaje,
Retorne a mi nacimiento, ahí estabas tú para besarme.
Traías en tu mano una flor, símbolo de tu amor puro y sincero
Me miraste con tu cara de inocencia
Y con tu voz acariciaste mis oídos
No podía despertar, eras un sueño hermoso
Tu sabiduría soborno mi corazón,
Y ahora me encuentro aquí
Tendida frente al absurdo manto de tu amor
Me pediste ser tuya, y tuya me volví
Tu sonrisa era igual a la mía, ambas llenas de dolor
Me autorizaste a entrar y ya no pude salir más
Me mirabas y reía, no existía nada más bello
Me veías confundida y con tu velo me abrazabas
La música se volvió nuestro lenguaje
La lluvia la letra de nuestras melodías
Nos dimos el alma, no sabíamos si eso estaba bien
Te preguntabas si hacías todo bien?
Yo un si te respondía
Vivíamos en la misma realidad, pero en mundos lejanos
Comprendí tu dolor y tú acompañaste el mío
Nos sentamos a tomar café, no hay nada mejor
Recorríamos tanto; sin saber donde llegaríamos
Te mire y te asustaste, tuviste miedo de decir sí o quizás no
A ratos fuimos adolescentes llenos de recuerdos de ayer
Muchos de ellos hechos de tormentas pasadas
Huracanes que destruyeron nuestro corazón
Una gota de anís sople para ti
Una margarita en nuestro jardín creció.
Al amanecer abrí mis ojos ya no estabas mas... te habias ido
Una nota me dejaste, decía " tu vampiro, yo soy"
Al final, muy dentro de mí corazón sabía que nunca te habías ido
Que era solo eclipse de una noche inmortal.