En este otoño
lleno de espinas
conspiro con la luna
que a veces a escondidas
me mira
silenciosa
y llora
porque me reconoce
heredera de toda tristeza
abrazada a la cornisa
de mis revelaciones
caminando siempre
así
a orillas del camino
como quien espera
la sonrisa del destino
siempre mudo.
En este otoño
mi cintura
se mueve libremente
prisionera de su duelo solitario
de sus grietas antiguas
que olvidados amantes dibujaron
con sangre .
En este otoño
lleno de voces
que fueron olvidadas
en mi jardín
lleno de muertos
hundo el cuchillo
en mi melancolía
y danzo
al compás de mi muerte
me aferro a la tierra
y aúllo como un lobo herido
en este otoño...
Texto agregado el 29-07-2004, y leído por 214
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Lectores Opinan
19-02-2013
Vale. Pues aúllo yo también contigo...auuuuh! ollaida