Tal vez las lecturas, las películas…la locura?

Terminó de beber su trago. El café casi vació, un día gris y triste desprovisto de vida lo empujaba a turbios pensamientos.

Escuchó el chirrido de la puerta al cerrase. Apenas iluminado el pasillo adquiría la profundidad irrisoria de sus simetrías.
El sudor frió descendía de su frente empalagando sus pupilas. Escuchaba ya las voces imperantes, enfebrecidas de odio, que lo reclamaban.
Desde su refugio los observó. Dominantes, despiadados destruían, era el fuego su arma.

Una vez terminada la faena, permanecían letárgicos. Era el momento justo de infiltrarse entre sus filas.

Penetraron en el sótano. Fue inútil la resistencia de la pobre familia. Las llamas lamieron la carne…el olor penetrando en sus pulmones
.
Como un autómata digitado y pasivo se convirtió en aquello de lo cual huía.

Infinitos laberintos le esperaban, miles de espejos fragmentados le devolverían su imagen asesina…listas sus manos para apretar el gatillo y esperar que el dulce néctar del fuego hiciera su tarea, y trajera el olvido.

Esperó el momento justo. Se filtró entre sus filas… el tiempo, la rutina, harían de él uno mas…por ahora solo ensaya…mientras el fuego espera.