Tijuana BC. Abril 2012. Orgasmo en pechos y nalgas.
José Ángel, mi hijo, es poco dado a leer el periódico, y me sorprendió llegar a casa y encontrarlo a las risas mientras leía la sección de anuncios clasificados.
Hablamos de su día, de los momentos que le marcaron, y de repente, de entrego la sección del periódico que tanta risa le provocaba.
¿Han hojeado ustedes los avisos de ofrecimiento de sexo en los diarios?
Yo los descubrí a través de los ojos de mi hijo, y es toda una aventura en la que se explora tanto la cachonderia, como el propio lenguaje.
Sus diversos contenidos permiten ejercitar la imaginación en diversos sentidos.
Al hallarlo, no me sorprendió entender por qué se divierte mi hijo leyendo los anuncios de sexoservidoras, aunque también hay hombres, y encontré frases muy curiosas.
Desde aquellas que son explicitas, hasta las que son más un chiste que una insinuación.
Mi sorpresa fue encontrar como se esmeran para adecuar las palabras que utilizan.
Encontré una inmensa variedad de estilos literarios, todos usados para resaltar las cualidades del tipo de servicio que ofrecen.
Me pareció divertido leer las ambigüedades o perífrasis que usan para nombrar las diversas prácticas sexuales: Desahogo en bubis o pompis, leo en uno de los casos.
La frase que puede sonar hasta tierna, ya que pierde casi toda su connotación sexual, porque es radicalmente distinto a escribir: Orgasmo en pechos o nalgas.
Otro ejemplo y un tanto preocupante, es la oferta de: cachondeo oral natural, hasta terminar, refiriéndose a la estimulación con la boca, sólo que sin condón, practica que se volvió un plus desde que la epidemia de VIH-SIDA, promovió que las trabajadoras sexuales se protegieran más usando preservativo.
Y aunque el VIH, no es una infección fácilmente transmisible por el sexo oral, todas las demás enfermedades sexuales, si lo son.
Una ironía mas, que me arranco las carcajadas, fue la practica: Polaco, que lejos de mi idea de ser alguna habilidad europea, resulto significar lo que el mismo: Aire Polaco.
Me cuesta trabajo creer que prefieran escribir eso que escribir: Anal.
Aunque, según una óptica más ¨Sofisticada¨, al sexo oral, le llaman francés, y a poner el pene entre los pechos: rusa.
Está bien que hay que echarle imaginación para vender sólo con palabras, aunque de repente, encontré tal cantidad de adjetivos, que quizá resulta contraproducente, y en lugar de mostrar beneficios, evidencian exageración.
Cesar, activo, bien dotado, masculino, limpio, 25 años, atlético de gym, con lugar independiente, sólo hombres.
Ups, que lastima, atiende únicamente varones, y así, Bruno, se anuncia como: Extraordinariariamente guapísimo, lo cual, no sé porque, me hace imaginarlo como, mínimo, Brad Pitt, William Levi, o un galán desconocido.
O ese otro que se anuncia como: Frank, exageradamente buenísimo, espectacularmente.
¿Cómo estará de guapo que su galanura amerita una oración totalmente desestructurada?
Los adjetivos desfilan en todas sus formas y colores: nalgoncita, complaciente, pompudita, madurita, muy caliente, güerita, caderona, delgadita, pechugona, bien nice, gordita, atractiva, ardiente, bustoncita, de busto delicioso, diferentita a las demás, educada y amable, súper nalgona, piernuda, ups…
Aunque también hay quienes ofrecen romanticismo, y si hay oferta, es porque hay demanda, como quien invita tiernamente: Méteme tu amorcito, dentro de mi apasionado corazón.
O aquella que se define como: soy gordita, bonita, bien formada, agradable, y además, las gorditas también merecemos amor.
O, Daniela, bonita de cara y cuerpo, delgada y de busto grande, cariñosa y obediente, además, te trato como a mi novio.
La oferta es amplia y el ingenio para la publicidad lo es más.
Si un día desea divertirse dejando volar la imaginación volar mientras lee, hágalo como mi hijo, aunque tal vez, le estoy sugiriendo algo que usted ya hace con regularidad.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, donde busco en el diario un stripper con experiencia excitante y erotismo extremo.
Andrea Guadalupe.
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