Mi nostalgia tiñe de sombras esta tarde,
Aviva mi tristeza este viento,
Y la lluvia llora por mi, lágrimas que ya no tengo.
Ennegrecida piedra de silencios y amores perdidos;
En los vericuetos de otro tiempo, de otro espacio.
Etapa de silencio, de pesares y crujir de dientes,
No huyo ni reniego de lo que me toca padecer,
Si no hay amores ni amigos en este transito
¡Sea, pues, sea!
Todos tenemos que emprender alguna vez nuestro camino a Damasco,
Con dudas y miedos que atormentan,
El polvo y la soledad nos acompañan en esta parte de la vida,
Y cuando nadie lo espera me hare fuerte en la tormenta,
Duro, para enfrentarla y doblegarla,
En algún momento cambiara la dirección del viento, de la suerte
Y todo será diferente,
Cuando la belleza de la tarde, de los árboles y los caminos,
Me acompañen nuevamente.
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