Tijuana BC. Abril 2012. Noche triste…
Tengo por costumbre no escribir sino de tanto en tanto y por alguna causa que me motive a hacerlo.
Escribo de la vida, de mí día a día.
De noches en silencio al calor de las velas, para no espantar a la musa que se deja caer tan de tanto en tanto que ya ni la recuerdo, ya que no tengo tiempo para pasear por esos lugares que detienen el tiempo, y te da por pensar, por un momento, que nada es eterno.
Esta noche no alcanzo más que a escribir que hay noches que lamento pensar que la inspiración no va conmigo.
Si hasta la otra noche tuve un sueño, no sé qué escribí, aunque recuerdo que me desperté casi al punto de gritar de alegría.
Lo peor fue cuando, al abrir los ojos, fueron borrándose palabras tan de seguido que no puedo recordar ni un solo verso.
Ahora me encuentro como al principio.
Con la intención de empezar de nuevo.
Sólo conseguí rescatar tres puntos suspensivos de todo aquello.
Los puse en una rifa en el café de escritores, les dije que a mi no me servían.
Puse como condición darles mejor uso que el mío, y hasta aconsejé que los moldearan a su gusto, si les servían las podían usar como: una coma, un punto y seguido y uno para terminar de firmar sus poemas.
Desde Tijuana BC, mi rincón existencial, donde hoy es noche triste para mis recuerdos, quizá eso explique que hoy también escriba con sentimientos…
Andrea Guadalupe.
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