Una mano se extiende para huir de su soledad y se encuentra con la mía.
Regalarme tus miedos, yo lo convierto en oro en polvo, contame tus pesadillas, burlemonos de ellas, escapemos de este mundo, soñemos con uno mejor en el cual estemos siempre juntos.
Contame historias de amor para que mi corazón no se convierta en hielo, hundime entre tus brazos así se alejan mis penas, regalame el secreto de tu sonrisa indeleble.
Seamos la risa en el pasillo de los locos, la envidia de los menos sanos, besos que no se tocan, palabras que acarician, amor que no se gasta, que no reclama... seamos este instante... nada más.