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Decidí escaparme de la cárcel.
las rejas de la celda estaban abiertas, me levante sigilosamente y me asome muy despacio , a las rejas no podía creer lo que estaba sucediendo, pero de alguna manera los guardias se habían esfumado, como por arte de magia, mire el reloj que esta pegado a la pared cerca del vestíbulo, y las manecillas indicaban que eran las 3:30 de la madrugada, el primer pensamiento fue que y a lo mejor los guardias habían tenido una emergencia y quizás habían olvidado cerrar la celda, pero era una oportunidad que no podía desperdiciar, quizás era mi respuesta a tantos días de suplicas, oraciones, y lamentos, la noche era mi cómplice perfecta y todo el entorno conspiraba a mi favor, la noche estaba completamente oscura, no había ni un rastro de la luna, mire también que las puertas de la celdas, estaban abiertas, camine por los pasillos sin encontrar a ningún guardia, pase por en medio de los escritorios de los policías hasta que llegue a las escaleras, mientras bajaba por ellas mi corazón latía fuertemente, hasta que por fin pude ver una puerta de vidrio y mi razón comprendió que atravesándola podría ser libre, “libre como los pájaros, mi anhelo mas grande estaba apunto de hacerse realidad” me acerque con un grandísimo temor, hasta que por fin había atravesado la ultima puerta que me separa del mundo que amo, corrí rápidamente por el estacionamiento hacia unos arbustos de pino, me detuve y me di cuenta que me había convertido en un prófugo de la justicia, muy cautelosamente me dirigí hacia el bosque que esta detrás de la cárcel, mientras el corazón estaba apunto de saltar de mi pecho.
De pronto aviste un lugar muy particular, se parecía mucho al edificio de donde acababa de fugarme, muy extraño por que mi razón me indicaba que entrara en aquel edificio de 4 plantas, pero tenia que ser cauteloso no podía permitirme que alguien me descubriera, el complejo tenia muchos arboles a su alrededor, arboles con ramas que llevaban hasta los balcones del tercer piso, trepe por el árbol y camine entre aquellas ramas para poder llegar al balcón y posteriormente introducirme en el edificio.
Cuando atravesé las gruesas ramas del árbol y llegue hasta el balcón, recordé que en aquel lugar se encontraban internadas mis primas yeshi y kusha, que el edificio era un internado de señoritas.
una ves dentro del edificio me dedique a ubicarlas pero con absoluto sigilo, busque habitación por habitación, y debes en cuando pronunciaba sus nombres casi ah susurros, y grande fue mi conmoción cuando entre a una de las habitaciones y ahí estaban las dos, juntas con otras chicas todas en pijamas, aquellas niñas casi dan un grito al cielo cuando me vieron, pero mis primas astutamente las calmaron diciéndoles que yo era su primo, pero de pronto paso lo mas extraño que me haya sucedido antes en mi vida, algunas de las chicas nunca habían visto a un hombre, y se hallaban atraídas de la curiosidad algunas me besaron el rostro suavemente, mientras otras me hacían preguntas tales como; de donde sos? De donde venís? Que haces aquí? A pesar de sentirme como uno de los mas afortunados de los hombres, rodeado de tantas chicas hermosas, tuve que decirles: es hora de seguir mi camino, aun tengo mucho por recorrer, era un fugitivo y debía seguir la carrera que comencé al atravesar esa puerta de vidrio de la cárcel, me despedí con mucho pesar de mis primas, me dieron una fuerza de aliento, y Salí de la habitación, el problema era que había olvidado el camino por donde había entrado, como de la nada apareció una chica, era una mucama me quede anonadado al contemplar tanta belleza en una mujer, trato desesperadamente de correr dando gritos, pero muy ágilmente logre tomarle de la mano primero luego la tome de la cintura y la bese, ella al principio fue fría, pero comenzó a responder mis besos, tuve la oportunidad de contarle mi triste historia, era un muchacho que solo quería ver por ultima ves a su madre y a sus hermanas y quizás en el camino conocer a la mujer de su vida, amarla hasta que los huesos duelan, y me bastaría solo un minuto para quedarme una eternidad que si me denunciaba, nada de eso podría llegar a ser realidad, en cambio tendría que recibir una condena de 10 años mas por fugarme de la cárcel, ella me sonrió, pude ser testigo de uno de los gestos mas delicado de la creación, una sonrisa hermosa, cada segundo que pasaba el amor por ella aumentaba en gran manera, entonces me dijo, te voy ayudar a salir de aquí, me llevo tomado de la mano por un pasillo, evitando a otras mucamas, al llegar al balcón aquel, volví a besarla delicadamente, tenia la impresión de no querer hacerle daño ni con el rose de mis labios, me dispuse a cruzar las ramas del árbol, otra muchacha que cruzaba por el pasillo pudo notar que las ramas del árbol se movían, y con su curiosidad se dirigió hacia el balcón, yo podría haber continuado caminar por las ramas del árbol, pero si ella llegara a percatarse de mi presencia, lo mas probable era que me denunciaría de inmediato, y yo no hubiera tenido el tiempo suficiente para cruzar las ramas completamente, bajar del árbol y huir del lugar, por ello tome la decisión de regresar y esperar que llegara hasta el balcón, tome la decisión arriesgada de esperarla y tratar de convencerla para que no me denunciara, al salir hacia el balcón yo estaba parapetado a una de las paredes pegada de la puerta, con unas señas le dije que no gritara, y que caminara hacia mi despacio, ella era tan hermosa como la otra chica, al mirarle sus ojos de color azul intenso, una explosión sentí en el corazón, había quedado perdidamente enamorado otra ves, y en ese momento me encontraba en el mas grande dilema que había enfrentado en toda mi existencia en esta vida, sin duda tenia que decidirme por una de ellas, el problema era que no tenia tiempo de analizar la situación tenia que emprender el viaje o quedarme a esperar que vinieran los policías, era cuestión de tiempo, la tome de las manos la bese con suavidad, y entonces fue cuando en un susurro al oído le dije que no me denunciara, que la amaba me dijo; ve tranquilo y arregla tu vida cuando lo hagas, decides y si en tu futuro me consideras estaré aquí en este mismo lugar esperando tu regreso, mientras ve de una vez y arregla tu vida, me despedí con el mas triste sentimiento, cuando estaba por medio camino de las ramas me di la vuelta, y desde ahí podía ver a las dos hermosas jovencitas que agitaban las manos, con lagrimas en sus mejillas, sentí el corazón partirse en dos, y cada pedazo pertenecía a una de ellas, al fin cuando baje del árbol y cruce aquella muralla enorme del internado, comencé de nuevo a caminar por el bosque, camine días y días enteros, pase por penurias, dormí en la inmensa oscuridad de los bosques habitados por Dios sabe que seres, al final de caminar días y días, llegue a mi casa de Riberalta, cuando entre no encontré a nadie, algo raro que había unas 15 refrigeradores parapetados a la pared de la cocina, entonces me pregunte y por que hay tantos refrigeradores en mi casa, de pronto apareció bella, al verla recordé los motivos por los cuales me había enamorado de ella, comencé a amarla nuevamente, como la primera vez, como el primer beso, la bese y la abrasé con mucha pasión, le dije que la había extrañado miles y miles de momentos, que en ese preciso y justo momento me consideraba el hombre mas afortunado del mundo, nos acostamos en la cama de mi cuarto, y de repente llego mi madre quien estaba conversando con una de sus amigas en la sala, la deje a bella acostada en la cama y me fui hacia donde mi mama, abrase a mi madre como nunca lo había hecho antes, ya la bese miles de beses, le dije cuanto la amaba, me acosté en el piso bajo sus pies, como solía hacerlo cuando era apenas un niño, entonces dormíamos mis dos hermanas ella y yo juntos en una sola cama, yo siempre dormí en sus pies, esto no podía ser una sueño, era tan real tanto que podía sentir con mi espalda de verdad que la pata de la silla estaba fría, pero cada vez se ponía mas frio, y mas frio, entonces desperté y me di cuenta que lo frio que sentía en mi espalda era las barras de fierra de la reja de la celda, y mi espalda estaba encostada en ella, así fue mi sueño.

Texto agregado el 02-04-2012, y leído por 74 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
02-04-2012 Qué rico. En tu sueño todas las muchachas son bellas y se dejan besar sin hacer preguntas. Me voy a conseguir un enrejado para usarlo de almohada. ZEPOL
 
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