Rueda una lagrima tan salobre y amarga como ella sola, Cae una gota de lluvia tan dulce y cantarina como ella sola, ¡Mi Dios! Como no hacerme nube, lluvia o pequeño charco Para que de esa humedad brotara una flor y no esta inútil tristeza.
Texto agregado el 02-04-2012, y leído por 206 visitantes. (0 votos)