¡EL CUMPLEAÑOS FUE UN ÉXITO, PERO ...! III PARTE
Han pasado dos meses desde que Ricardo y yo comenzamos a comunicarnos y a salir juntos. Ha sido agradable todo este tiempo. Me llama constantemente por teléfono y salimos todos los fines de semana a diferentes lugares y actividades. Compartimos con ambas familias y ya los dos nos hemos integrado casi por completo a ellas.
Nunca imaginé que lo que no quería para nada en mi vida, en estos momentos era parte importante de ella.
Hoy sábado cumplimos dos meses y Ricardo me ha invitado a salir nuevamente. Frente al espejo me miro y ya no estoy nerviosa o preocupada como ese primer día que salí con él. De alguna manera me siento segura, Ricardo me infunde mucha confianza no sólo en él, sino lo más importante, en mí misma. He dejado de huir de él y principalmente de mí, ya no siento temores, dudas e interrogantes que siempre alteraban el poder acercarme a algún varón. Hoy, Ricardo no sólo me ha enseñado a enfrentar esos temores, también me ha enseñado a vivir libre de todo ello.
Nuevamente estamos en el auto y como aquél primer día, puso en mis manos el disco de Rieu, lo coloco y subo el volúmen para disfrutar abiertamente esa música, lo primero que nos unió.
Llegamos al mismo restaurant frente al parque, bajamos y casi al entrar, Ricardo toma mi mano y sin decir palabra me conduce al parque. Las luces de los faroles entre los árboles parecían formar un salón, en donde sólo faltaba la música para culminar con un escenario de lo más romántico.
Se detuvo frente a mí, deslizó su mano por mis cabellos y sonriendo dijo : "Quiero hacer bién las cosas esta vez." Me miró con una dulzura que jamás había visto en la mirada de alguien, fuí a decir algo y él cubrió mi boca con su mano suavemente.
"Valeria... te amo" y sentí que mi cuerpo se estremecía por completo, y a medida que llevaba su mano izquierda por mi espalda y me atraía hacia él, yo me dejé llevar por el calor de la proximidad de su cuerpo, la seguridad de su brazo envolviéndome, mientras con su mano derecha envolvía mi rostro acariciándolo... de alguna manera parecía que daba tiempo a ver si yo repetía lo de la primera vez en la cocina de mi casa... Pero no, yo estaba completamente entregada a sentir, a sentirlo...
Su mano derecha cogió mi cabeza reteniéndola seguro, firme y al mismo tiempo tierno. Sonrió y acercó su boca a la mía, sin obligar, sin presionar, sin exigir. Sus labios rozaron suavemente los míos y ahí... me perdí por completo. Fué cálido, suave, posesivo... cubrió mi labio superior acariciándolo con los suyos, y luego... sólo disfruté y llevé mis brazos alredeor de su espalda invitándole a no detenerse...
Y todo alrededor parece que nos sonríe, no hay luna llena, ni siquiera estrellas, no hay música, aún así parece que escucho a Rieu ... sin embargo pareciera que el mundo, el universo entero, la vida misma está sellando este amor, nuestro amor con este beso que no quiero que se acabe, este beso que sólo él y yo disfrutamos por completo.
Tomó nuevamente mi mano y caminamos por el parque cual dos adolescentes mirándonos y sonriendo en una complicidad que nos invitaba cada cierto tramo a detenernos y volvernos a besar.
F I N |