“Muchas cosas me han pasado pero ninguna como esta, de ser infeliz y solitaria a encontrar mi familia y darme cuenta el origen oscuro que llevo en la sangre, me ha hecho pensar que mi vida es una verdadera historia, por eso decidí escribir sobre mi vida en un diario que le di el nombre de en serio te quiero para recordar a todas estas personas que algún día hicieron de mi existencia una gran aventura”
-Gabriel, mira lo que halle-
-¿Qué es tifa?-
-es mi diario, hace mucho no escribía en el-
-¿desde cuando lo tenias?-
-desde hace mucho tiempo-
-¿podemos leerlo?-
-por supuesto-
Enero de 1960
Mis padres son un par de locos que lo único que querían era verme muerta, por muchos años ellos buscaron la forma correcta de matarme pero tenían un problema.
-¿Cuál era tifa?-
-reacciona Gabriel, somos inmortales-
-ha, entiendo-
Ellos me dicen demonio con frecuencia por que decían que estaba maldecida y por eso no podrían morir, y también dicen que son ellos los encargados de matarme correctamente.
Intentaron de todo hasta que un día se dieron por vencidos y decidieron suicidarse y mancharme en sangre para que creyeran que yo era el causante de sus muertes, era muy pequeña y por eso no hice nada al respecto.
Y su plan se cumplió, todos aquellos que me vieron pensaron que era una asesina así que me acribillaron, todos trataron de matarme de todas las maneras pero no lo lograron.
Agosto 1962
Pasaron dos años desde ese entonces, ya había cumplido nueve años de edad y dos de huir de las autoridades por un crimen que no cometí. Me encontraba vagando por la calle viendo como las personas se divierten, mientras veía lo que no me importaba una patrulla de policía pasaba a mi lado, al verme encendieron las sirenas para indicar una captura de un criminal en ese momento Salí a correr, no pensaba a donde ir sino escapar de ellos, mientras corría tropecé con un chico, muy lindo por cierto.
Me detuve en ese momento al ver que había perdido a los policías cayendo al suelo, el chico estiro su mano y me ayudo a levantarme.
-discúlpame- le dije
-no hay cuidado- me dijo con una gran sonrisa en su rostro como si fuese divertido el suceso.
-oye, ¿Por qué corrías?- me pregunto
No debía decirle ya que si lo hacia podría tomarlo mal y entregarme.
-lo que pasa es que hacia ejercicio- que mentira tan entupida dije.
-ya veo, pero esa no es la ropa adecuada para hacer ejercicio, te podrías lastimar- dijo mirándome de arriba abajo.
Nos quedamos mirándonos como por dos minutos cuando de repente un grito interrumpió las miradas.
-oye que haces-dijo una señora corriendo hacia nosotros.
-¿quien es ella?-pregunte con asombro
-es mi madre- me contesto
Después de eso me presento a su madre, luego ellos me invitaron a comer, conocí el nombre de el chico se llamaba Gabriel.
Pasaron dos semanas después del hecho, Gabriel se compadeció de que no tuviera donde ir así que me dio posada en su casa, permanecí dos semanas allí.
La pase de lo lindo esa semana, el y su madre eran las personas mas humildes y buenas personas que hubiese conocido, todo iba bien, hasta que de repente un día de la nada aparecieron unos muchachos amigos de Gabriel.
Ellos entraron y al verme se sorprendieron, por un extraño motivo, Gabriel me presento a ellos, almorzábamos y ellos aun me veían con impresión de arriba hacia abajo, eran tres hermanos, el mayor era algo flaco y muy malhumorado, el intermedio era muy grande y fornido y el menor era un poco mas grande que el mayor y un poco mas pequeño que el intermedio, a este ultimo se le podía notar que no era normal ya que demostraba desgracia en su rostro.
Se llamaban Claire, John y Keith.
Al levantarme de la mesa Claire el hermano mayor de los tres se levanto a llevar su plato, se dirigía a la cocina igual que yo, no se porque pero tuve una extraña sensación que me tentó a mirarlo a los ojos, en el momento en que lo mire me sorprendí y caí al suelo, al caer rasgue mi vestido en la parte del busto dejando a la vista mi marca de nacimiento la cual era una estrella de cinco puntas.
Claire vio la marca y se sorprendió mas aun de lo que estaba.
-¿Cómo se llaman tus padres?-me pregunto
-Alexandra y Horacio- le dije
El me miraba extrañado, yo no sabia que decir.
El me ayudo a levantarme y yo me senté en una silla, el se me acerco, llamo a sus hermanos y después con junto con ellos dijo:
-hace ya 11 años perdimos una hermanita en un accidente, lo mas probable es que allá muerto, pero lo increíble es que se parece mucho a ti, tienes la misma estrella que tenias en ese entonces-
No sabía que querían decir pero los oía muy atentamente, me sentía muy rara y la verdad en mis sueños más locos siempre me pasaba esto, gente que no conocía venia diciendo que era mi familia y que yo era adoptada.
-Alex-me dijeron –tu verdadero nombre es tifa-
Tantas emociones no me dejaban respirar así que en un chasquido se me fue la luz quedando en blanco totalmente.
Enero 1968
Pasaron seis años después de que me entere de la noticia que cambiaria mi vida para siempre, mi verdadera familia no era del todo buena, se movía con el dinero, trabajaban con la policía pero de todas maneras eran buscados como vándalos y de los peores, habían tratado de deshacerse de ellos pero no podían ya que por mas valazos que se les den nunca podrán morir.
-¡buenos días hermanita!- me dijeron mis hermanos al levantarme.
-¿sabes que día es hoy?- me preguntaron
-es lunes- les dije
-pero no es cualquier lunes- me dijeron
-es tu cumpleaños numero 15, mi hermanita se volvió una señorita- me dijo John dándome un fuerte abrazo que casi ni me deja respirar.
Tome mi desayuno y mis tres hermanos me trajeron una gran caja con un hermoso decorado, -ábrela- me dijo Keith en la caja había un inmenso vestido, el mas hermoso que jamás allá visto, era de mi color favorito y no era de nada mas ni de nada menos que de la casa Chanel, la mas grande marca de esa época.
-es increíble, es hermoso, debieron de gastar mucho en el- dije.
-no te preocupes por el predio, solo preocúpate por lucirlo- me dijeron ellos.
Que lindos eran mis hermanos, siempre tan agradecidos, siempre tan tiernos, ¿por que ese accidente nos había separado?, sufrí todos esos años con esos pobres locos sin saber de lo queme perdía, con esos locos no valoraba mi vida, ahora se que mi eternidad será siempre feliz.
-tifa, tenemos que ir a una parte- me dijo Keith
-¿A dónde?-le pregunte
-nos invitaron a una reunión de oficiales y debemos ir- dijo
-reunión ¿en mi cumpleaños?-dije
-¿puedo llevar mi vestido?-le pregunte
-si quieres, pero no puesto-dijo
-¿entonces que llevare puesto?-le dije
Claire saco uno de sus trajes y me lo paso diciendo –esto es lo que usaras-
-¡estas loco!, como me voy a vestir de hombre, no me lo pondré-dije
Al final a las malas fui a ese lugar con el maldito traje de Claire, cuando llegue las luces del lugar estaban apagadas y cuando las encendí -¡sorpresa!- mis amigos y Gabriel estaban allí esperando mi llegada, una fiesta sorpresa, que lindo gesto de su parte.
Me puse mi vestido nuevo y disfrute de mi fiesta, fue espectacular, la pase tan bien con todos mis amigos y con Gabriel más que todo.
Llevábamos dos años de novios, recuerdo ese momento, nunca lo olvidare, el día en que el amor de mi vida se me declaro, no lo podía creer, y en verdad esperaba con ansias a que lo hiciera, si no lo hacia el debía actuar, un beso cerro el compromiso y me hizo ver que clase de persona era en realidad, ahora es mas dulce que cuando no éramos novios, es tan lindo, y lo mejor de todo era inmortal como yo.
Y la dicha no terminaba aquí, nunca pensé que llegaría a estar en el oficio en el que estoy ahora, soy una de los dos mejores asesinos de la familia, no es de mucho orgullo pero amo este trabajo, ver sangre y sentir sangre me hace feliz, lastimosamente algunas veces asesino gente que no quisiera asesinar pero debo hacerlo, cuando mis hermanos me dan la orden la cumplo y eso es todo.
En algo que estoy totalmente en desacuerdo con mis hermanos es que matan por matar, si les conviene matar a esa persona la asesinaran sin compasión, sean jóvenes, sean inocentes, ahora lo único que falta es que ya no tengan compasión ni con los niños.
Estábamos tomándonos unos tragos, cuando de repente del techo cayeron dos jóvenes, una chica y un chico.
-hola que tal- dijeron con una voz temblorosa
No me importo eso, no quería formar un escándalo así que los invite a disfrutar de mi fiesta.
Al final de la fiesta nos presentamos, ellos dijeron que debían ir a casa así que partieron dejándonos solos a mis hermanos y a mí.
Llegando a casa vi a alguien parado en la puerta, era Roger, mi hermanastro, un año después de la noticia de que había encontrado a mi familia lo conocí, el fue criado en nuestra familia desde que tenia un año, cuando cumplió trece años abandono la casa y desde ese momento mis hermanos nunca saben donde esta hasta que se aparece por la casa.
-¡tifa! Hermanita de mi alma como has estado- me dijo
-bien, feliz de verte hermano, donde te has metido-le dije
-he estado en muchos lugares pero eso no importa, siempre y cuando este con tigo en este día tan especial para ti- dijo, sacando de su chaqueta un regalo para mi.
Era un collar con un dije de estrella de cinco puntas, me sentía tan feliz de que el estuviera allí que lo abrase con fuerza y con lagrimas en los ojos.
-¿Por qué llora tifa?- pregunto
-hace mucho no te veo, ¿Qué quieres que haga?-le respondí.
-y no vengo solo- dijo
En ese momento apareció Gabriel de la nada.
-creí que si te decía que Roger estaba aquí se arruinaría el momento- dijo el
(Por eso y por muchas cosas más lo amo con todo mi corazón)
Luego entramos a casa y me puse a cocinar para ellos.
-no tenias que molestarte en cocinar para mi tifa, es tu día, deberías de no hacer nada- dijo Roger
Pero quería hacerlo y nadie me iba a impedir hacerlo, mientras ellos comían yo estaba en mi habitación, pensando, en todas las cosas que me habían dado, el lindo vestido, la fiesta, el dije, pero aunque me sentía feliz con todo eso sentía que algo faltaba. Cuando me encontraba preguntándome que era a mi habitación entro Gabriel con un regalo en la mano.
-tifa, te preguntaras por que entrego mi regalo tan tarde, es que esperaba el momento en el cual te lo pudiera dar y ya que el momento se esta presentando tómalo-
Cuando lo abrí vi que era un hermoso collar de diamantes, era hermoso y brillaba tan lindo.
-Gabriel, gracias, es tan lindo- le dije, nuevamente se me aguaron los ojos.
El me beso y me abrazo con fuerza un buen rato como si no quisiera soltarme, tampoco quería que me soltara.
Esa noche el se quedo en casa, durmió con migo, fue una noche mágica, jamás quería que acabara, se sentía tan bien dormir en su pecho.
Al día siguiente mis hermanos esperaban el desayuno como tres niños hambrientos, (algo que me desagrada de mis hermanos es que no saben cocinar y quieren que yo haga siempre las labores culinarias)
-buen día enamorada, podrías por favor preparar el desayuno, tengo hambre- me dijo Claire
Me molesto que me dijera que hacer sin decir por favor pero estaba apurada así que no había tiempo de hacer berrinches, debía ir a clases, estudiaba para ser diseñadora, era algo difícil en ese tiempo que las mujeres consiguieran trabajos así pero aunque se me presentaban dificultades iba a trabajar en eso.
-que calor hace, abriré la ventana- dije
(Cuando mis hermanos están enfadados suelen lanzarme indirectas para fastidiarme)
-después de la noche de Haller con Gabriel no me imagino por que tienes calor- dijo John
No dije nada por que teníamos a Gabriel presente o si no lo hubiese...
Prepare el desayuno, los deje a todos comiendo y Salí corriendo a clase.
Cuando me dirigía a casa halle a los dos chicos que se habían colado en mi fiesta, estaban siendo robados por unos vándalos, así que tuve que actuar, y de un solo golpe los derrote a todos.
-gracias, como te lo agradecemos tifa- me dijeron
-de nada, pero tengan mas cuidado de con quienes se meten oyeron Ricky, Emili- les dije
Ellos me acompañaron a casa y los invite a cenar, pasamos la noche súper, ellos dos son muy graciosos, le sacan una risa a cualquiera sin quererlo.
Después de un buen rato de diversión llego la hora de que todos fueran a su casa, despedí a los chicos y acompañe a Gabriel a su casa.
Ahora el único que quedaba en casa era Roger, no quería que se fuera, parece que el tampoco pero mis hermanos fueron los que metieron la pata.
-oye Gabriel creo que el señor Fernando quiere verte dice que es para arreglar un pequeño asunto pendiente- dijo John con mucha seriedad.
(El señor Fernando es el que da las ordenes en la familia de Gabriel, después de la muerte de su madre tiene que obedecer todo lo que Fernando le dice ya que es como un papá para el)
-iré en seguida- dijo Gabriel
Que triste, por dentro no quería que se fuera pero por fuera sabia que debía irse y no podía evitarlo.
Lo acompañe a la puerta.
-adiós- me dijo
Estaba tan triste que no respondí, el dio unos pasos adelante luego retrocedió, tomo mi mano y me beso.
(Típico de este, besarme cuando menos me lo espero)
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