Hoy deseo escuchar palabras, una a una despacio. Oraciones largas y rápidas no me sirven, disfruto de esas palabras sin ningún sentido, me brindan la posibilidad de imaginar ¡un clásico! Imaginación dirigida por la misma causa, definir ironía, no, describirla, pequeña niña errante por la imaginación, ella no conoce el miedo ni la vergüenza mucho menos el espejo, adolescencia como método de exploración, una experiencia nueva, ella no juega sola pero si ríe sola, empieza el juego y cada uno de estos nuevos adolescentes busca su arma, seguramente no es un juego mal intencionado, sin embargo, cada uno de ellos se aferra a su arma, dotación de mascaras, ahora el juego abre este carnaval, ella se pierde entre la multitud obligando a los demás a siempre estar a la defensiva, la música es densa por causa de las hormonas, para algunos el paisaje es hermoso por efecto de las mismas para el otro grupo el paisaje es caluroso en la noche y frío en la mañana, día a día, cada fin de semana durante época colegial, por eso hoy las palabras deberían ir despacio desde los labios de color rojo de esa mujer, ella crece con nosotros haciendo más eficaz su modo de operar en el entorno propuesto, hasta mis oídos los cuales dulcemente empezarían a sangrar, dejándome atónito buscándola perdida entre la multitud con su regalo en mi mano, pasado esto su risa casi angelical sería el eco de toda la habitación.