Tengo una angustia y no es por omisión;
molido estoy, mezclado e impuro.
Nunca más veré una copa antes del café
ni una gota celestial naciendo
de la lágrima de un infante.
El sueño ya no es un escape.
Es sucio y bestial en la selva
de lo pulcro y anémico.
Colores apáticos en sábanas
me obligan a olvidar la cuna
y el sabroso dolor de la inexperiencia.
Animal o bestia
¿Notas la diferencia?
Los años y las arrugas
hacen que veamos difusa
la delgada línea que los separa.
El glaucoma y las cataratas
son alimento de mi alma,
desnutrida, vaga y amarga;
Esperanza, Amor y Rebeldía
se despiden y me dejan atrás,
al igual que el consuelo de sentir.
El tacto me abandona sólo para
volver a saciar su sed
junto al verdugo de mis anhelos
Las bestias amenazan la pureza animal,
entierran garras y pezuñas en sus cráneos
de donde brota sangre dulce y espesa,
que sublima,
para aprisionar las patas en el fango pasivo,
fábrica de bestias sin amor.
Ante tal juego, anonadado
salto al vacío…
donde me espera la sorpresa,
donde aguarda por mí la plenitud
He dejado de ser puro
para no volver a serlo jamás
Hasta ahora… que he decidido
dejar todo atrás, todo lo conocido,
todo lo aprendido,
para nacer desde la muerte,
para iniciar todo nuevamente,
donde todo no fue, sino es o será,
donde el todo y la nada se funden.
La mejor decisión:
llegar a la nada consumida en el todo,
en mi fin. |