(Basado en Hans Küng, “Ser Cristiano”, en la parte titulada “El contexto social”).
La venida de Cristo ocurrió cuando el pueblo se hallaba oprimido por los romanos. Época de líderes y dirigentes en decadencia social y religiosa, con la pobreza de un pueblo sometido a pagar tributo. Pueblo rural, de difícil vida económica. Un pueblo pobre y oprimido, con distintas reacciones ante esa situación:
Había grupos que aceptaban la situación con realismo: era imposible liberarse de los romanos. Aquí estaban principalmente los fariseos, muy ligados al cumplimiento de la Ley.
Los saduceos, menos religiosos que los anteriores, también aceptaban la situación, porque gozaban de la parte beneficiosa del sistema, con el comercio y el poder.
En estos grupos estaban los sumos sacerdotes (en ejercicio o eméritos); los “ancianos”, cabezas de familias aristocráticas; los “escribas”, teólogos y juristas, especialmente fariseos
Muchos, en estos grupos se hicieron enemigos de Jesús. Él no era de los suyos, y chocó con ellos por sus predicaciones críticas y renovadoras.
La mayoría de los jóvenes de hoy “no están ni ahí” con la política. No han tenido formación política y toman una posición cómoda e inconsciente, despegada de la realidad. En el fondo, de evasión. Actitudes como estas las había en tiempos de Jesús:
Algunos veían muy pecador este mundo Eran “los puros”, porque trataban de no contaminarse con lo que consideraban nefasto para su fe. Principalmente en Galilea, al norte.
Algunos incluso, se retiraron del mundo en una especie de monasterio en Qum Ram, frente al Mar Muerto, esperando el día en que Dios los llamara a luchar por la libertad de su pueblo.
Estaban también los “zelotes”, los que hoy llamarían “extremistas”, celosos de la Ley y de la independencia del yugo romano. Mataban romanos cuando podían. Algunos discípulos de Jesús, en Galilea, eran zelotes. Al parecer, Judas Iscariote entre otros.
Las actitudes de descontento se daban principalmente en Galilea, con resentimiento frente a Judea, que se beneficiaba principalmente con los tributos que cobraban a su propio pueblo,, además de lo que se debía tributar a los romanos.
Este era, descrita en forma somera, la situación en Palestina en los tiempos de Jesús. Lo que puede ayudarnos a comprender mejor lo que sucedió con él, como se verá en el próximo tema: “Jesús, hombre libre”.
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