Me levanto, me siento, me vuelvo a levantar, me pongo los vaqueros y salgo a la terraza y me quedo ahí con las manos en la barandilla mirando los edificios de la ciudad y las grandes antenas que parecen robots. El sol se está poniendo y el cielo es naranja, es un cielo como de diciembre de 1985 o algo así. Respiro hondo, tratando de recordar cuándo llegaron Diego y Gato, cuándo los dejó entrar Rami, cuándo pusieron la MTV, cuándo se comieron el helado, cuándo encendieron el segundo canuto, el tercero, el cuarto. Pero ahora, dentro, ha cambiado el video y a un chico se lo chupa una nube gigante en forma de oso panda con los colores del arco iris. Ella está encima de Rami, en el sofá. Diego todavía tiene los anteojos de sol puestos. El ejemplar de Rolling Stones que estaba mirando Rami ahora está en el suelo beige. Paso junto a ellos, luego por encima de Gato y entro en la cocina y saco un saché de leche Sancor descremada, me preparo un Nesquic y salgo al patio. Termino la chocolatada y veo que el cielo se oscurece más y cuando me doy vuelta veo que Rami y ella probablemente estén en la habitación de Rami, probablemente desnudos encima de las sábElisas beige con el estéreo encendido. Chad Marshall canta suavemente. Me dirijo a Gato y lo miro.
-¿Querés salir a comer algo?- pregunto.
Gato no dice nada.
-¿Querés salir a comer algo?-
Gato se empieza a reír, con los ojos todavía cerrados.
-¿Querés salir a comer algo?- vuelvo a preguntar.
Agarra la Rolling Stone y sin dejar de reír, se la pone encima de la cara.
-¿Querés salir a comer algo?- pregunto.
En la portada está Lou Reed y casi parece como si Lou Reed estuviera tumbado en el suelo, riéndose, totalmente colocado, con unos pantalones vaqueros con las rodillas gastadas. Me aparto y miro la pantalla de la tele: una estrella de rock le canta a una chica que no lo mira, que se pinta las uñas. Salgo de la casa y camino hacia el Mc Donalds donde pido una hamburguesa con queso y un vaso de Coca-Cola. A través del cristal puedo ver a Neil Young pidiendo limosnas.