Me gustaría ser capaz de arrojar este sentimiento al olvido,
Quizás sobre lagunas blancas hundirlo y tocar fondo,
Ahogarlo como las palabras que se tapan en los labios,
Como si nunca te hubieses ido lejos en mi imaginación
Me quedan tus colores marcados en el calendario,
Recuerdo los grises de tu mirada y los suaves pasos de tu rastro,
Tus palabras que abrían pétalos en primavera,
Acariciaban los vientos a través de la noche,
Un parpadeo y un suspiro roto como el invierno inundado
Tu piel tan clara, tan iluminada por estos paisajes azulados,
Me mantienes en una intensa constante de emoción,
De revolver vientres ansiosos,
De correr rápido y cruzar los mundos,
Perseguirte hasta tu paraíso,
Hasta donde quieras llegar
Hasta un monte de hojas secas cubiertas de tu aroma dulce,
A dos pies de tu alcoba y de tus sueños
Hoy te echo de menos más que nunca,
Podría coger el auricular y hacerte llamadas
Y escuchar otra vez tu voz,
Pero ¿que decirte si me vuelvo mudo cuando te oigo?
¿Como hablarte si me sorprendes mientras me hablas?,
Me paralizas las manos y mi ingenio lo congelas,
No me dejas nada para defenderme,
No tengo nada para tapiar esta tierna sensación
Estrellas fugaces cruzan el cielo sobre tus hombros,
Impresionas a la naturaleza y despiertas los sentidos de los hombres,
El día termina y comienza en tí,
Lanzas miradas interrogantes que buscan respuestas,
Que injusticia es tener los bolsillos tan vacíos
Me hace sentir intranquilo esperar tu sombra,
Observo los desfiles de las almas,
Cadenas de trazos homogéneos
Ningún eslabón distinto como tú,
Tiemblan mis piernas al verte pasar,
Destruyes la culpa mecánica,
Limpias las calles de esta ciudad
Te cuento que caí en tu encanto
Añoro tu compañía pacifica,
La presencia de tus amables maneras,
La alegre silueta que dibujas a tu alrededor
Como muchos otros no seré diferente,
Tan solo un breve minuto de admiración,
Tal vez un destello a medio encender,
Ojalá un agradable recuerdo,
Ojalá una felicidad inusitada
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