No me pesa mi amor para escribirte
El celo tan monstruoso que me invade
Ni me pesa el tiempo que en tus brazos
Acaso en otros labios, has gemido.

Pésame tus piernas, sometidas
Al chantaje, el odio aprisionado
En medio de un combate (sexo)

El sudor acandilado y las ganas
De morir en el intento
Arrebatar el aliento en medio de
Una cama
Es estar solo, con unos ojos y
Unos labios
Asesinándote las ganas.

Morir así, si es morir
Nada de ridículas locuras
Ni trastornos inventados

“Poeta de 17 años se suicida por una
Puta”

Ella se llama Ana del atardecer
El, el no interesa.

Autor: Nemeziz San German