Mi lugar era tibio y acogedor, con mucho espacio disponible para mí, era de un solo ambiente pero amplio. Había alguien que se encargaba de limpiar, de alimentarme y de protegerme: en definitiva, no tenía nada por qué preocuparme. Al principio, dicen por ahí, que no medía más que una cabeza de alfiler y así debió ser porque ni yo podía verme. En realidad sabía que era yo pero aun nadie podía reconocerme.
El tiempo pasaba y yo crecía y crecía. Creo haber pasado algo por alto ya que ahora podía verme y tal como lo dije antes ¡era yo!
Me habían asegurado, no sé quién ni cómo, que mi estadía aquí no sería por mucho tiempo y la verdad es que esta situación me ponía un poco triste, este lugar era encantador y no sentía ganas de dejarlo.
En honor a la verdad, debo decir que al cabo de un cierto tiempo pude escuchar una voz muy dulce que me llamó mucho la atención; hasta el punto de querer conocer su origen. No se sé de donde vendría ni de quién era pero esa voz era melodiosa y provocaba en mí una inmensa alegría y me llenaba de felicidad.
A esta altura de mi historia debo confesar que mi casa me estaba quedando chica, ya no tenía demasiado espacio para moverme, pero igual seguía siendo hermoso estar allí ¡me sentía tan protegido!
Aquí creo haberme saltado algo de nuevo ya que, sin darme cuenta cómo lo hice, estaba de cabeza, al revés de cómo había estado siempre…Y ahí lo vi ¡Era como un túnel!
En ese momento, era como si la que había sido mi casa hasta ese momento me estuviera empujando hacia él. Me resistí hasta donde pude. Hasta que por fin pude ver a través de él una luz centellante y también pude oír una voz que me llamaba, no era la que solía escuchar pero me gustaba y me daba confianza…Y me animé…
Ahora, después de un gran susto, ya que pensé que mi casa no me quería, estoy en brazos de mi mamá, ya casi no me acuerdo de cómo ni cuándo empezó todo, solo sé que al traspasar aquel túnel encontré una nueva forma de vivir tan hermosa como la de antes pero distinta, ahora puedo ver, sentir y tocar todos los afectos que me rodean.
Ahora me siento seguro en los brazos de quienes se harán cargo de mí y me ayudaran a ser una persona completamente independiente y enteramente feliz.
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