PROMESA CUMPLIDA.
-¡Qué raro!... ¡No logro recordar como llegué a este lugar!
¿Qué hago yo, tirado en plena carretera?
¡Ojala no me haya visto algun conocido!...La gente camina sin mirar… este abuelito casi se tropieza en mis pies…
¿Las campanadas de la media noche, me habrán convertido en el hombre invisible?
Si hubiera estado en mi barrio,ya todos me habrían dado el abrazo de “Año Nuevo”
Y este plástico negro y esta montonera de diarios?... ¿Qué harán al lado mio?...Los voy a revisar!
EL RANCAGUINO 28 DE DICIEMBRE, EL RANCAGUINO 29 DE DICIEMBRE…
Mamacita, se acerca una pareja de carabineros!... Mejor sigo leyendo!
EL RANCAGUINO 30 DE DICIEMBRE…Ah, todos del año pasado!
¿EL RANCAGUINO?... ¡R A N C A G U A!
Ahi empece a recordar!
Estabamos todos en El Olivar, en la casa de mis viejos, cuando escuché un rugir de motos, y salí a la carretera a mirarlas que cual celaje se deslizaban por la cinta de asfalto. De pronto uno de los motoqueros se devolvió y parandose frente a mi, me gritó:
-Oye, jetón, ¿Y vos no me saludai?
Seguramente mi mirada perpleja obligó al hombre a quitarse el casco.
Lo reconocí de inmediato; gran abrazo, hasta un beso en la mejilla le estampé al Willy y después del acostumbrado tirón de mechas que tanto le molestaba, de un salto me monté detrás de él, que raudo hizo partir su maquina para volver a juntarse con sus compañeros.
Con el rico aire azotandome la cara en esa noche bellamente iluminada por la luna llena, fui rememorando y gozando las sensaciones que experimentas cuando vas en moto a toda velocidad…
¿V E L O C I D A D ?... W I L L Y?
Un escalofrio recorrió mi cuerpo. Mientras mis manos se hundian en la chaqueta de cuero del conductor, miles de imagenes estallaron en mis sienes, devolviendome a la pasada celebracion de FIESTAS PATRIAS.
Una sala de velatorio con los tipicos cuatro cirios de cera custodiando el ataud y un ordenado mar de coronas multicolores, cuyas flores embriagaban el ambiente con su aroma. Mujeres jovenes lloraban sin parar y algunas señoras mayores deslizaban las cuentas de sus rosarios entre sus dedos, recitando con emocion, la decena de Ave Marias…
Luego recordé más. Me vi frente a un nicho blanco,donde acababan de colocar su urna, diciendo asi:
“Estoy tratando de hilvanar mis palabras para despedir a este gran amigo de ruta. Tambien me despido de la V E L O C I D A D , pues quiero seguir junto a mi pareja y vivir, para ver crecer a mis hijos…
Hermano Guillermo, inolvidable W I L L Y, descansa en paz!”
Fuertes escalofrios sacudieron mi cuerpo, la sangre se me congeló en las venas…y lo mas alto que pude le grité :
-Willy !!... Willacho !... No corrai tan fuerte por favor!
Su respuesta me dejo helado:
-¿Ya se te olvido lo que nos prometimos desde niños?
“E l que s e m u e r a primero!....
¡Viene a buscar al otro pa’ la FIESTA DE AÑO NUEVOOOOO!”…
(Categoria Dramatica:Tercer Lugar.
Letras Mayores. Caja de Compensacion “Los Andes” 2010)
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