Andrómeda
Bitácora: año 001. Día 01 mes 13.
Nave 192003 AMA. Protocolo de ruta sin variación. Desplazamiento seguro.
El olor húmedo a metal impregna mis pulmones. Después de los implantes imantados en mis huesos siento como un dolor eterno suave y pulsante, pero ese dolor es mejor, a que, se atrofie el esqueleto por la falta de gravedad. Estos implantes me ayudad a caminar sin dificultad y ejercitarme de vez en cuando por toda la nave.
-¡Madre¡- ¿has recibido alguna señal?
-Negativo- Sr. primer piloto.
Hace un año luz que salió. Sé que me necesita, lo presiento. ¿Por qué no ha vuelto?, debe haber tenido problemas, o es que no quiere regresar?
No importa lo que pase después. Tengo que alcanzarla. Este aparato, no puede ir más veloz, solo dejare que Madre la conduzca, ella sabe bien lo que siento, aunque su sensatez metálica me abruma, pero me entiende, no hará otra cosa más que obedecerme.
Que iluso, miro a través del impermeable vidrio hacia el espacio. Me imagino que mis ojos podrán ver lo que los instrumentos no detectan. Nuevamente el vacio rancio de los olores espaciales me invade y la soledad como compañera de años me abraza y me encojo en mi sillón controlando la nave, que no me pide gobierno.
-¡Madre¡- ¡último reporte¡
-Curso indicado orden 01082003 MLAG, sin Novedad
-Indicadores de señales Doppler. Solo el indicador inicial.
-Distancia recorrida 12 millones de parsces,
-Distancia estimada 7 años luz.
-¡Madre¡- incrusta la imagen en el cristal, deja los controles y mírala.
-¡Sr. Primer piloto¡ puedo hacer más de doscientas mil funciones, y ver además la imagen de la mujer que seguimos.
-Sr. Si me permite, ¿por qué vamos tras ella?
-No lo entenderías, Madre-
-¿Tus sistemas como funcionan?
- Todo bien, Sr. Primer piloto-
- Toda esta programado hasta el regreso.
-¿Vez?, a mí sin embargo me falta algo, siento que me ahogo, me angustio, el corazón se me achica. He dormido mucho creo, pero mis recuerdos están tan cercanos que parece que fue ayer que la vi partir. Necesito estar con ella, necesito encontrarla.
-Toda su actividad fisca parece normal- Sr. Primer piloto
-Su corazón, y su sistema inmunes está en perfecto estado,
-¡No lo entiendo¡ Sr. Primer piloto.
-No importa Madre, no importa.
-¡Estaré en mi cubículo¡
Apretó los botones holográficos. Suenan suaves y los colores inundan la habitación, tomo un poco de magnesio y, me adormezco con las historias que no quiero leer solo escucharlas.
Bitácora: año 001. Día 02 mes 13.
Nave 192003 AMA. Protocolo de ruta sin variación. Desplazamiento seguro. Piloto primero transito onírico.
05:30 tiempo de estación. En filas y con uniformes de combate, nos desperezamos rígidos en columnas, en atención, con risas disimuladas.
Ella llego, negra y azul, con su escafandra que reflejaba el cuerpo de todos los que la mirábamos. Se estaciono delante de la pequeña tropa de aspirantes a pilotos. El modelo del deslizador crucero PROThadidi93, rapo suavemente y el vapor hizo un sonido seco sobre el suelo lustroso de la estación. Todo se paralizo. Su casco negro estilizado se alzo, lo cogió con la mano izquierda y, su pelo brilloso cayó como medusas arcoíris sobre sus hombros, llegando las puntas hasta la curvatura de su sintético traje negro, de donde se notaba un arma asignada solo a los altos oficiales.
Dio unos pasos seguros y delicadamente se acerco hasta donde Roger (piloto instructor), le dio un beso que todos celebramos, y siguió caminando, gusto a mi lado donde yo parado en el extremo de la fila, le sonreí y, ella me miro con esos ojos nebulosos de color verde, me esquivo y como si no existiera siguió hacia el Estelar siete.
Con besos profunIOIIIOIIIIOIOIIIIIOOOOOOOOO la desvestiIIOIOOIIIOIOIIOOOO me apretaba sobre ella sin decirme su IOIOIIOOOIIOIOIIOIOOOOIIII, amor le decía mientIIOIOOOOIIIIIIOIIOIOIOOOIIIOOIOIO.
….Introducción oníricos interrumpidos, tiempo estimado de recuperación 30 micrones,
-¡Sr, Primer piloto¡ despierte por favor¡¡¡
-¿Cuánto tiempo dormí, madre?
-Exactamente 13 días terrestres. Sr. Primer piloto
- Bien madre, ¿porque me has despertado?
-Hemos recibido una señal tenue, fue captada ayer, pero no lo quise despertar hasta no obtener una lectura mejor. Al parecer la señal es constante y parece venir del sur del sistema Porter. ¡Sr. Primer piloto¡
Las luces del corredor principal de la nave, se encienden a mi paso, dejando atrás una penumbra cada vez que avanzo. Hemos decido vital, el ahorro de energía, aunque tenemos calculado que nuestro impuso desde la estación principal dure toda la travesía, el regreso tendremos que encender los motores mecánicos, y los desionizadores convertirán la materia espacial en combustible de retorno.
El asiento perimetral se estabiliza y acopla mi cuerpo en una postura ergonómica, la consola se enciende con escuchar mi voz. Reviso las comunicaciones, hay cientos de ellas la mayoría de la Dirigencia Estelar. Borro todo, excepto una que me llega desde Olivus la residencia de mi Hermana. Casi no la leo, descifro solo palabra aisladas “loco”, “porqué”, “abandono”; “regresa”….”te queremos”. El golpeteo de mis dedos sobre el tablero de cristal, galopan sobre un campo invisible, sin sonido, insolidos. Recuento de instrumentos, distancias recorridas, gases consumidos, cantidad de energía restante… y siento el desasosiego de madre.
-¿Madre, hace cuánto me conoces?
El sonido de mi voz hizo trizas el vacio del espacio interno.
-Hace exactamente 1324512000 y cuando termine de decirlo, 132451006 micrones.
Su repuesta aluminada rebotó por todos los lados del revestimiento de carbono que cubría la cúpula de control.
-¡Tanto tiempo, Madre¡
-Recuerde Sr. Primer piloto, que ud. Fue concebido especialmente para esta labor, al igual que los otros 5000 pilotos que tenemos en la estación. Ud. No recuerda pero fui asignada como guía por eso estoy aquí.
- Si Madre, ¡se ve que me conoces bien!
- No del todo Sr. Primer piloto, en los últimos meses su comportamiento es errático y actúa en forma que no puedo procesarlo adecuadamente.
No quiso responderle, perdía el tiempo. Se quedo callado y pensó en ella. En un instante y recuperando la ilación de la interrogación le pregunto a la máquina.
-¿Cuál es mi nombre? Madre.
-Sr. Primer piloto su nomIIIIOOOIOIOOOOIOOOIOIOOIIIIIOOIIOIOIIIO.
Se acerco al tablero, deslizo sus dedos sobre la consola, y, se quedo de pie bajo la luz verde que entibio el momento.
La titilante fosforescencia de una pequeña luz inquietó al primer piloto, que inmediatamente miro a Madre que parecía desvanecerse en los plasmas distribuidos en el entorno. Pateó con fuerza a la maquina que no respondió, más bien, dio un brinco de luz como si al golpearla se activara y desactivara a la vez.
-¡Madre Informe¡- ¿qué sucede?
-Sr. PriȶȷȹȹȹȲȳ mis sistemas esta siIIIIIIOOOOIOIOOIO por algún orgᘄɁȮȫȫʚϧcϧIIIOOOOIIII, código 3254500paf IIIIIOOOIUOO.
-¡¡Madre¡¡, ¡¡madre¡¡
La androide desapareció, y los instrumentos se apagaron, dejando solo las luces de emergencia que como despertando de un letargo resplandecían. Avanzó hasta la cámara de asistencia manual de Madre, se apresuro a ingresar unas claves que no recordaba, solo las introducía como cuando uno aprende a pilotear y no se olvida. Ya las sabia, no necesitaba recordarlas solo sus dedos se activaron al contacto con el infrarrojo del acceso al control. Las luminosidad de las tritios al encenderse segaron por un momento al Primer piloto, que, se dirijo nuevamente a la consola principal, de donde se apresuró a interrogar a Madre.
-¡Madre¡ ¿qué sucede?
- Sr. Primer piloto, he detectado a organismos acoplados en el fuselaje y se están alimentando de los fluidos de litio que recorren la nave- dijo Madre mientras su metálica voz se desvanecía como cortada por instantes de sonidos.
Madre dejo de comunicarse, y las luces de emergencia se volvieron a encender. Se dirijo hasta el modem de mantenimiento, cogió el traje espacial, la pistola de rayos, las herramientas - por si el daño era grave- como para cambiar algún instrumento o, revisar el absolver de iones. Tuvo que ponerse el traje sin la asistencia mecánica que estaba acostumbrado, mientras lo hacía recordaba a los malditos zootrincos, esos pegajosos seres extremófilos, que vivían alimentando de las fuentes de energías y corroían el metal, y que él y los otros cadetes tenían que limpiar de castigo, por alguna falta disciplinaria o por alguna falla en las pruebas de pilotaje.
La escotilla sur se abrió, y el poco oxigeno de la cámara presurizada desapareció en el vacio del espacio, haciendo un sonido leve que arrastro al piloto hasta la portezuela de la cual se cogió. Encendió los motores del traje y se adelanto a liberar a Madre de esos bichos que al parecer estaban acoplados debajo del motor de estribor.
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