Estoy en la profundidad
del mar
que me cautiva
y emociona,
su suave luz
me adormece
teñida
de otoño.
respiro su fragancia,
su olor,
de mar milenario,
mi cuerpo ondulando
se mece suave,
sus aguas
me abrazan,
me acarician,
jugando con la piel
las olas
me visten de colores,
junto a tantas
criaturas libres
que me rodean
con su danza
marina,
de oleo y sal,
un encuentro
misterioso
se presenta,
fija sus ojos en mi pupilas
me ciñe con su iris,
me reflejo
en el espejo coral
de sus pupilas
como
una sirena más,
sigo jugando
entre remolinos
de peces y caracolas,
la suavidad
de sus danzas
me cautiva,
voy nadando, y
en mi piel llevo
un diamante
coloreado de sus ojos,
la luz del sol
me recibe,
su brillo es hermoso,
junto a la arena
dejo que mi piel
se embeba
con su luz,
descansando,
miro el cielo diáfano,
azul y único,
y me lleno de vida.
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI
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