Mujeriego. Como un desafío de su mente, rondaba las cornisas de su esclavitud. Dios Y luego la luz se proyectó en ese espectro, como una vida eterna. Mesías. A lo lejos, la arboleda delineaba el bosquejo de su mundo. Alma. Bajo la niebla, sólo se perpetuó en lo inmortal del cementerio. Ana Cecilia.
Texto agregado el 05-05-2003, y leído por 356 visitantes. (4 votos)