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Esperaron hasta la hora del receso para dirigirse hacia el traspatio que comunicaba las aulas de clase de la primaria, esa parte siempre se encontraba sola y nadie molestaría. Una vez en el lugar acordado entonces el dilema estaba en el nombre de la persona que invocarían, ante la discusión lo mejor fue llamar a alguien que fuese desconocido para ellas, pero quien.

Entonces Leti propuso el nombre de Cristóbal, para todas era desconocido, lo único que se sabía era que pereció a la edad de doce años hacia ya mucho tiempo y que su tumba aunque apartada siempre se encontraba llena de flores, por tanto no podía tratarse de alguien malo.

Una vez decidido procedieron a disponer la tabla ouija para el ritual y a ubicarse cada una alrededor de ella en el extremo de arriba iba ubicada Manuela, en el de abajo Leti, en el extremo derecho Kata y Alison, en el extremo izquierdo Federica y Clara.

Realizando una extraña oración comenzaron a llamar al espíritu de Cristóbal, fue así como se dio inicio con una pregunta que sabrían que la respuesta era no, como el puntero se encontraba cerca de la palabra no para ellas no había diferencia pero la hacer una pregunta cuya respuesta era afirmativa el puntero se movió de manera abrupta hacia el si, el ambiente comenzó a emanar un olor a azufre y una extraña voz se escuchaba llamándolas a una por una.

Asustadas salieron despavoridas del lugar no sin antes tomar la tabla y llevarla hasta un basurero donde sin pensarlo dos veces se deshicieron de ella, luego de lo ocurrido trataron de calmarse pero las seis se encontraban muy nerviosas, de esta manera cada una se dirigió hacia su casa y al anochecer todas fueron a dormir temprano tal vez tratando de olvidar el incidente de ese día. Pero entonces la pesadilla comenzó para todas.

No eran más de las once de la noche cuando Lety entre sueños vio una silueta frente a su cama y un aroma a azufre surcaba todo el ambiente, su corazón comenzó a latir muy fuerte pero no fue sino al sentir que una mano helada tocaba su talón que supo que aquella figura pertenecía a Cristóbal y antes siquiera de poder gritar, el espíritu del niño se la llevo.

Solo había transcurrido una hora cuando Kata sintió el mismo olor que había percibido en la mañana, era tan nauseabundo que al despertar sintió mareo, pero el susto fue al momento de abrir sus ojos y ver la silueta de un niño que llevaba un mechón de cabello de Lety y que en su mano había escrito tu turno, antes siquiera de que la joven pudiese reaccionar la sumió en llamas y la arrastró con él.

Las trillizas Alison, Federica y Clara dormían en cuartos separados pero por alguna extraña razón las tres se encontraron durmiendo juntas en el sofá de la sala al despertar debido al olor intenso que enrareció el aire, al principio pensaron que habían llegado allí tal vez dormidas, pero entonces la voz que escucharon en la mañana comenzó a reír a carcajadas, cuando de pronto frente a ella se materializó la figura de un niño que sin permitirles pronunciar palabra alguna a las tres las alzó por los aires y en cuestión de segundos las prendió en fuego, para posteriormente desaparecerlas entre la nada.

Finalmente Manuela asustada simplemente esa noche no había podido dormir, de pronto al mirar hacia su mesa de noche encontró la tabla utilizada en el ritual de invocación, al querer tomarla una mano helada apresó la suya y la arrojó hacia el espejo de su tocador partiéndolo en miles de fracciones, quiso levantarse del piso pero la puntilla que tenia incrustada en su muslo se lo impedía entonces, al ver que aquel ser la tomaba por las piernas y la arrastraba hacia un vacio negro de donde salían miles de lamentos escribió con su sangre en el piso “Niño Cristóbal, cementerio”.

Al otro día la desaparición de las niñas eran noticia, pero para una de esas vecinas que todo lo escrutan al ver el mensaje de Manuela en el piso todo fue entendible, esas niñas habían invocado al niño Cristóbal, un ser que a los doce había sido no solo un suicida, sino también el homicida de sus padres y sus dos pequeños hermanos, por tal razón aquellos quienes desearan tomar venganza, de alguien en especial solo debían dejar flores en su tumba con el nombre de la persona a quien quisieran ver muerta.

Texto agregado el 16-03-2012, y leído por 122 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
03-05-2012 Espeluznante¡¡ muy bueno, saludos. Jaguer
16-03-2012 Bueno..., sé de consecuencias parecidas a personas donde he vivido. No conviene meterse en esas honduras. Me gustó el relato con su final misterioso y letal. ¡Bien! simasima
16-03-2012 Me ha dado miedo, no lo he terminado, estas cosas... papadecarol
 
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