En el espacio azul se escucho una primera voz que decía ¨se ordena la vida de un barón para que valla a la tierra¨, después se escucho una segunda voz al otro extremó del espacio ¨¿En que parte de la tierra se ordenara su nacimiento?¨, luego se escucho de nuevo la primera voz ¨nacerá en Suramérica¨, la segunda voz pregunto ¨¿a que estrato social pertenecerá?¨, la primera voz respondió ¨nacerá en el estrato cero¨, después la segunda voz pregunto ¨¿Qué familia lo recibirá?¨, la primera voz respondió ¨a la familia soto¨, seguidamente se escucharon unas voces apacibles que decían ¨ así sea echo¨. Al sur de una ciudad de un país subdesarrollado de Suramérica, en una casa de cartón se escucho el llanto de un niño que despertó al vecindario. En la casa de los soto, vivía una pareja de recicladores, quienes esperaban un hijo en plena época de invierno. Rosalinda dio a luz a su primogénito alegrando la vida de su humilde marido. Rosalinda y Joselo se unieron sin el vínculo del matrimonio, y decidieron traer al mundo a una criatura inocente. Al momento de nacer el niño no tenía pañales ni tampoco una manta para cubrirlo del frio y menos aun el tetero en el momento de nacer. ¿Que futuro le esperaba a este pequeño infante sobre la tierra?, con unos padres tan pobres. La necesidad, la pobreza, la miseria y el sufrimiento comenzaron a rodear al niño para darle la bienvenida en un mundo sin oportunidades. Ala mañana siguiente Rosalinda envolvió a su hijo en unas cobijas viejas y lo amarro a su espalda. Después del parto la vida continuaba y había que salir a trabajar por las calles para recoger el cartón que los demás arrojaban a la basura. Joselo caminaba a su lado mirando emocionado la tierna carita de su hijo, le parecía increíble tener lo único que consideraba verdaderamente suyo, su único hijo.
Los días y los meses trascurrieron velozmente y aquel diminuto bebe había crecido lo suficiente para caminar sobre la tierra. Su carita sucia por el polvo de los cartones le daba un aire de madures mientras jugueteaba con los perros y los gatos de la casa. El niño creció en medio de la adversidad, por que a veces no había para su colada como tampoco había leche en el seno de su madre pero aun así José ángel crecía. Era un niño que no sufría por la miseria de sus padres; la casa de cartón, la mala alimentación, el mal vestir y el dinero faltante no le hacía daño a los sentimientos del niño. A los 6 años de edad le llego la hora de ir al colegio con tan mala suerte que no pudo ingresar por que sus padres no tenían el dinero para matricularlo pero José ángel era feliz sin saber leer ni escribir, pero si aprendió a contar las pocas monedas que sus padres recibían por la venta del cartón reciclado. Los cumpleaños llegaban y así mismo pasaban porque a el nunca se lo celebraron. Las navidades llegaban pero los regalos no; solo jugaban con juguetes que otros niños desechaban y era feliz jugando con aquellos pedazos. El tiempo pasaba rápidamente y José ángel cumplía los diecisiete años de edad. Sus brazos eran fuertes sus manos callosas y sucias por la mugre del cartón, su cabello largo y una barba insipiente lo hacia ver descuidado y desaliñado. Para el la apariencia no era importancia pero cuando conoció a Rósela se intereso por la vida, llenándose de ilusiones. Rósela una joven nacida en un hogar diferente al suyo, de buena familia educada en colegios privados y rodeada por un circulo mucho mejor. Cuando José ángel la conoció todo en peso a cambiar, trabajaba a escondidas con el cartón, lo vendía y ahorraba todo lo que ganaba para mañana mas tarde ganar el amor de Rósela.
Una mañana cuando no lo pensaba se lleno de valor para decirle a Rósela que la amaba. La joven se lleno de rabia diciéndole ¨que el era un mocoso, que la respetara porque sus aspiraciones iban mas allá de un simple reciclador¨ José ángel lloro y volvió a llorar hasta quedar sin una gota de lagrima. Con el pasar de los días pensó que se iba a morir de amor pero se levanto del andén donde había caído borracho después de varios días bajo el efecto del alcohol adulterado. Caminó a la parte alta de la montaña y desde allí miraba la ciudad. Al pie de ella estaban los edificios y las casas de los ricos. En la falda de la montaña las casas de la clase media y en los bordes de los precipicios las casas de los pobres. La vida parecía dolorosa para José ángel pero era un viaje necesario que tenia pendiente por hacer durante todo el tiempo en la tierra. Sintió dolor al mirar aquel paisaje pero respiro profundo el aire de la montaña y dijo ¨soy mas que esta ciudad, soy mas que este cuerpo, mi alma es hermosa y merezco el amor, no importa cual sea mi apariencia¨. Luego bajo de la montaña como un hombre transformado con deseos de vivir la vida una vez más. Ahora había aprendido a vencer el desamor, no sentía rabia, ni amargura solo deseaba ampliar su terreno de experiencia en la vida. Había dejado a un lado el reciclaje y trabajaba estas ves en una empresa que le daba la oportunidad de vivir mejor. Sus patrones lo habían contratado para desempeñar un servicio a domicilio en compañía de un viejo chofer. Solo llevaba pedidos a crédito. Conocía a diario gente nueva, amigos, clientes y esto lo hacia sentirse muy realizado. Una tarda su patrón le encargo llevar un servicio de urgencia, a un cliente que pagaría de contado. José ángel llevo el producto y tomo el dinero que guardo en su bolsillo y al llegar la tarde olvido entregar el dinero a su jefe. Pasaron varios días y no sucedía nada extraño con su patrón pero una mañana su jefe lo llamo para preguntarle por el dinero y José ángel lo único que pudo responder fue ¨yo me la gaste puede descontarlo de mi sueldo ¨ el patrón se levanto de su silla y lo levanto del cuello gritándole todas las groserías habidas en el diccionario de las maldiciones, luego tirándolo al piso le grito ¨estas despedido, hijo de perra ¨ José ángel salió a la calle sin saber a donde ir; deambulaba sin importarle la gente. Recordaba su sueldo, su trabajo, sus nuevos amigos, pero ahora estaba solo sin saber que hacer con la vida.
Llego la noche y con ella llego también la rabia y el odio que se instalaron en su corazón contra su patrón. Pero algo extraño sucedía porque sentío alegría por ser la primera vez que tenia sentimientos de rabia hacia alguien. Así que se dio permiso para afligirse, odiar y llorar, porque además no había una regla que se lo impidiera. Después de varios días dejo salir todo el dolor, la rabia y la aflicción.
Se sentía como si estuviera en un poso sin fondo pero prometió no revolcarse en su odio, sino que acepto su falta y perdono a su jefe para sentirse libre y dijo arrepentido ¨hoy recuerdo que no he perdido mi trabajo porque de verdad jamás fue mío¨. Volvió a su casa para unirse de nuevo con sus padres con la única diferencia que estos no lo recibieron como antes lo hacían, porque su único hijo se había atrevido a dejar sus antiguas costumbres para unirse a las experiencias de los hombres de mundo. Las puertas de la casa de cartón se habían cerrado para el, porque sus padres lo habían abandonado para siempre. Comenzó para el un dolor cotidiano del que quería verse libre. Sea cual fuere su problema debía recordar que su alma era un espíritu maravilloso quizás estaba aprendiendo de una manera diferente a ponerse bien ante la adversidad. Sentado a la orilla de la montaña se quedo en silencio mientras pensaba cambiar la vida para sentirse libre de los problemas. Contemplo escenas naturales de su entorno y le parecían perfectas, estaban sus flores preferidas que lo rodeaban y podía sentir el olor de sus perfumes, como también la fresca brisa que soplaba de lo alto de la montaña que acariciaba su cara afeitada. Embelecido por aquel paisaje, llego a un estado de libertad que se atrevió a preguntarle a la sabiduría de la vida si su dolor estaba contribuyendo a resolver sus problemas, también le pregunto, que necesitaba cambiar o saber para ser feliz, mirando al horizonte esperaba una respuesta que le dijera la verdad, que le revelara los cambios necesarios y correctos para estar a salvo de cualquier daño que viniera sobre El. Entonces le grito a la montaña, a la sabiduría de dios y a sus propias fuerzas, de como vivir una vida llena de alegría y libre de dolor.
José ángel inicia la búsqueda de la verdad del origen de su existencia y comienza a mirar desde su nacimiento, y se da cuenta de su miseria. Se preguntaba quien había escogido ese lugar tan tétrico para el nacer. Se preguntaba por que le había tocado unos padres tan pobres que a duras penas pudieron ayudarle a tener la estatura que tenía. Se vio rodeado de clase sociales, de dinero, de varios estilos de vida, donde unos tenían más que otros y los otros no tenían nada; si no que cada año que pasaba se volvían mas pobres, hasta morir en la absoluta pobreza. Otra vez lloro por ser un semi analfabeta, un reciclador sin educación, ni siquiera pudo ser un obrero en aquella empresa por que fue expulsado. Cuando quiso amar fue despreciado y sellado para nunca más amar a una mujer, al final su intento de superación por querer cambiar su modo de vida sus padres le abandonaron en medio de su dolor y soledad.
¨quiero saber la verdad ¨ grito a la montaña, al horizonte y por ultimo reclamo a la vida por sus limitaciones. La rabia quiso brotar de nuevo como si fuese un mecanismo de defensa que no le venia desde afuera sino de los propios temores de su corazón. Cuanto mas dispuesto estaba de encontrar la verdad de su existencia y de confiar en si mismo y en la vida, mas atraía hacia el cualidades de un desconocido amor. Cuando pasaba por una racha de verdadera tristeza y miedo de vivir no se sentía a gusto con el mismo, se asombraba como todo le iba mal. Había descubierto que solo era un adicto a la pobreza y se reclamo porque no había sido así mismo con las riquezas, pensó que debía hacer algo extraordinario para que su vida dejara de cubrirse con capas de culpas, tenia que romper la costumbre de ser pobre y darse el permiso de tener una vida de mas peso y perfecta.
El cielo se puso azul después de un fuerte aguacero. José ángel estaba sentado en el frente de su casa de cartón. Su cuerpo desgastado por los años, su cara arrugada como una uva pasa, dejaba ver las líneas de su vejez. Su cabello blanco hacía juego con las canas de sus cejas y su barba; los años habían pasado y le habían quitado su fuerza y juventud. Tantas circunstancias dolorosas habían maltratado su legendaria vida, pero había aprendido a no amargarse por ellas.
Un joven de escasos años le acompañaba en su vejez. Rafael era el nombre de su nieto, quien fue abandonado por sus padres por falta de dinero cuando niño y criado entonces por José ángel. El joven peinaba sus canas en una tibia tarde de verano y se asombraba de verlo tan anciano pero lucido como si nunca hubiera olvidado su pasado. El joven sin rodeos le pregunto:
-¿Abuelo que ha hecho usted para poder vivir tantos años?
-me toco aprender a amar a los demás y amarme a mi mismo. -El anciano contesto en tono suave-
El joven volvió a preguntar inquieto
-¿Cómo pudo amar a los demás si todos le han pagado mal?
-El dolor que la gente me hizo nunca lo tome para amargarme. -Contesto el anciano levemente-
El joven confundido pregunto de nuevo
-¿Como hizo entonces con tantas situaciones tan dolorosas?
-Sencillo mi querido nieto, las tome como una enseñanza para mi vida y no como un castigo. -Respondió rápidamente el anciano-
El joven al oír esto dijo
-Yo no estoy preparado para vivir una vida así.
El anciano le miro y le dijo
–No puedes hablar de lo que no has vivido solo debes confiar en la vida que Dios te da.
El joven replico –Pero la vida es muy extensa y no seria bueno sufrir tanto.
-La vida es un viaje necesario que debemos caminar atreves del tiempo, sin temor pero con valor. -Aclaro el anciano. Entonces pregunto el joven desesperadamente-
–¿Enséñame abuelo como debo hacer para enfrentar la vida?
-No puedo darte unas reglas seguras por que la vida esta llena de muchas experiencias dolorosas, es como un amplio terreno donde debes sembrar para recoger. -Explico amorosamente el anciano-
El joven mostro sus temores tratando de salvarse con estas palabras,
-Muchos me han aconsejado pero no se si me habrán dicho la verdad, ahora no se que hacer.
El anciano le recalco con palabras seguras –Primero debes vivir para encontrar la verdad, nadie puede decirte lo correcto porque muchos han tergiversados la verdad y han hecho que se extravíen, solo puedo decirte que la busques dentro de ti y no en el interior de las personas porque ellos también están perdidos.
Inquieto pregunto el joven al anciano -¿Dónde encuentro la verdad para poder vivir sin sufrir?
-Debes vencer el miedo, la rabia, las desgracias, el abandono, el desamor, las tristezas, el dolor y aun la muerte… vencer significa volver a nuestro lugar original es volver al cielo de nuevo. Sonriendole respondió el anciano-
El joven pregunto sin entender -¿Cómo debemos volver al cielo?
-El anciano abrió los ojos diciendo-
–debes volver convertido en un sabio, vencer todas las experiencias dolorosas de la vida pero no para envejecer con ellas si no para renovarte y convertirte en un fuerte vencedor.
El nieto dejo de pensar y puso la mirada sobre las canas que salían entre sus dedos y agrego
–abuelo ojala yo pudiera comprender que todos los problemas sean solo oportunidades para crecer y cambiar mi manera de pensar, porque hoy se que provienen de lo que yo haga con mi vida. El abuelo lo interrumpió diciendo-
–solo cambia tu manera de pensar, borra el rencor y aprender a perdonar… solo eso necesitas.
Rafael dejo de peinar a su abuelo y camino hasta el borde de la montaña donde estaba situada la casa de cartón. Miro hacia el horizonte y vio la ciudad allá abajo, estaba el barrio de los ricos al norte con casas y edificios imponentes, las viviendas de la clase media habían mejorado y al final miro a su alrededor y estaban las casas de sus vecinos en la falda de la montaña, construidas con material reciclado. Volvió a mirar a su abuelo, lo vio delgado, arrugado, canoso pero con una mirada alegre y una sonrisa que se ocultaba entre las arrugas de su cara. Aquella imagen le trasmitió paz y mucha confianza consigo mismo. A sus escasos años Rafael no entendía la vida, ni tampoco imaginaba que futuro le esperaba, pensó que la historia de sus antepasados se repetiría sobre él o quizás alguna energía del universo seria capaz de cambiar el orden de su destino.
José ángel sintió compasión por su nieto y se acerco a el con pasos cortos y débiles para tomarlo de la mano como si fuera un niño y le dijo tiernamente:
–te amo porque eres mi único nieto, crea desde hoy una vida maravillosa para ti, no importa de que estas rodeado o de que estas hecho.
Luego lo abrazo como el padre que nunca tuvo, sin resaltar su infancia, si buena o mala, únicamente le pedio que se hiciera cargo de su vida, sin tener que culpar a sus padres o al entorno. Luego termino añadiendo estas palabras
–nunca guardes en tu mente las imágenes fuertes del pasado, ni culpes a nadie por esto, si deseas una vida de dolor o una de alegría, la decisión esta en tus manos. Luego busco sus ojos y lo vio lleno de miedo y llorando y entonces le dijo
–mírame a los ojos y ve en ellos a tus futuras generaciones, pero por favor amala.
El joven le miro como tratando de asimilar aquellas voces, aun que lo veía débil y viejo nunca escucho de él una queja, solo imagino el final que lo llevaría a su lugar de origen, convertido en un sabio renovado a su nueva ciudadanía que no estaba en la tierra.
De igual forma se pregunto el nieto, ¿quien lo lloraría o se alegraría de su muerte…?
Recordó que su familia no estaría cuando llegase ese final. Luego pensó y dijo en su interior
¨las guerras y las epidemias provocan muchas muertes… pero al final habrá paz.
Fin